Fermín Bocos – Políticos morosos


MADRID, 27 (OTR/PRESS)

«Consejos vendo que para mí no tengo» ¡Cuanta sabiduría atesora el refranero popular! Este vendría al pelo para comentar las conclusiones del informe sobre las finanzas de los partido políticos que presenta el Tribunal de Cuentas referido al trienio 2009-2011.

La primera conclusión es que todos viven (y gastan) por encima de lo que ingresan. En 2011 la deuda global era de 275 millones de euros.

La segunda es que algunos están en la ruina. A la cabeza del pelotón de los que si fueran empresas particulares habrían tenido que echar el cierre está Convergencia y Unión (deuda: 21,4 millones de euros). Le sigue Izquierda Unida con 14,7 millones.

Al decir del Tribunal de Cuentas, todos los partidos gastan por encima de sus posibilidades.

Vamos, que disparan con pólvora del Rey. Las subvenciones que reciben proceden de los impuestos que pagamos los ciudadanos y de los créditos bancarios. Créditos que, por cierto, no siempre devuelven.

El mencionado tribunal está encargado de fiscalizar las cuentas que presentan las direcciones de los partidos pero carece de competencias para sancionar. Su campo de actuación se limita a las recomendaciones.

En el último informe subraya que «los partidos políticos deben ajustar su gestión y acomodar su endeudamiento de forma que adecuen los gastos a los ingresos previstos». Es tan de sentido común que parece mentira que tenga que ser dicho en letra impresa dirigida a unos ciudadanos que se pasan la vida recomendando esta misma receta al resto de los ciudadanos.

Receta que después olvidan cuando se trata de sus respectivas organizaciones políticas.

Entre los políticos profesionales del momento sólo hay uno que se libra -espero que se entienda la ironía- de la lista de quienes despachan consejos que no se aplican.

Me refiero a Artur Mas, presidente de CDC y de la Generalidad de Cataluña. Mas pasa de las recomendaciones del TdC y de cualquier otra indicación de austeridad en el manejo de los fondos públicos.

Ser un visionario, sin duda, ayuda a pasar por la vida levitando sin tener que preocuparse por minucias como esta de procurar no gastar más de lo que uno ingresa.

Menos mal que la nueva ley que hace poco anuncio la vicepresidenta Sáez de Santamaría -si se cumple- evitará que en el futuro los bancos puedan condonar las deudas de los partidos políticos. Práctica, hasta ahora habitual.

Sobre todo en préstamos concedidos por las cajas de ahorro en cuyos consejos y presidencias las direcciones de los partidos colocaban a algunos de sus amigos. Y no me refiero únicamente a los casos de Miguel Blesa o Narçís Serra aunque han sido los más descarados dentro de un modo de hacer las cosas que delata la arrogancia de quienes creían estar por encima del resto de los ciudadanos.

Otros tribunales investigan ahora sus pasos.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído