MADRID, 4 (OTR/PRESS)
La metáfora la utilizó esta semana la directora del FMI refiriéndose a la economía española. Las estadísticas empiezan a darse la vuelta y a emprender el camino de la recuperación, «a doblar la esquina». No está todo hecho ni hay que caer en la autocomplacencia, pero hacer lo contrario no sería ni justo, ni realista.
El Ministerio de Trabajo hacía ayer públicas las cifras del paro registrado del mes de febrero y vienen a dar la razón a esta tesis de que las cosas están cambiando para bien. Cierto que las cifras de bajas en el paro y altas en la Seguridad Social son bajas, pero son inéditas desde que empezó la crisis.
El desempleo ha bajado en casi 1.950 personas y ha ofrecido el primer descenso intermensual desde hace años y el primer retroceso en un mes de febrero desde 2007. No olvidar que en febrero de 2009 el número de desempleados se incrementó en 154.000. También hay que anotar que en tasa interanual, el paro está bajando desde octubre.
Es, por tanto, el quinto mes consecutivo de descenso (227.736 personas en total). Podemos ponerle varios peros: temporalidad y menor contratación. Sin embargo, en mi opinión, priman otras variables: el séptimo mes con mejorías si se desestacionaliza el dato, todos los sectores ganan ocupados y hay 3.459 registrados más en el régimen de autónomos, que ya superan los 3.042.000.
Muy importante también el dato de afiliación a la Seguridad Social, ya que se han ganado casi 61.560 cotizantes nuevos en febrero. Es el primer incremento interanual desde mayo de 2008.
Hasta aquí el relato de una estadística que sigue reflejando, por supuesto, el mayor problema de nuestro país. El paro sigue afectando a demasiada gente, aunque ya vemos que va por la buena senda.
Muy lentamente, el desempleo ha cambiado de tendencia y si se cumplen las previsiones de crecimiento económico veremos mejorar aún más las afiliaciones y la contratación. Por eso es muy importante no bajar la guardia y no conformarse.
En este sentido, hay que destacar las nuevas medidas de apoyo a la contratación puestas en marcha por el ejecutivo con descuentos importantes en el coste laboral.
Ahora, hay que dedicar esfuerzos a la financiación y a la bajada de impuestos que, por lo que sabemos aunque es poco, no parecen que vaya a revertirse a la situación anterior a la llegada de Rajoy al gobierno.
Hay que ahondar en las reformas y en la reducción del gasto para dejar más dinero en el bolsillo de los ciudadanos. Fundamental.
