MADRID, 27 (OTR/PRESS)
Palmadita y paso atrás. El FMI ha emitido un informe de esos que hay que leer al menos dos veces. Por un lado, le dice a España que ha hecho bien las cosas. De hecho, algunos analistas lo han calificado como el mejor informe de la crisis. Sin embargo, pone más deberes y estos tienen que ver con los salarios y los impuestos.
Las nóminas de los españoles están ya en los huesos por la bajada de los salarios y también por la subida de impuestos. Ahora toca que bajen la tributación para poder empezar a consumir, las empresas a producir y crear puestos de trabajo. Nunca he entendido al FMI, pero cuando emite estos informes mucho menos.
Pide subir el IVA. Y entre los productos afectados estaría el turismo, ahora mismo uno de los sectores que va como un tiro.
Pero, ¿de qué van? Ayer fuentes del sector ponían el ejemplo de Portugal para ilustrar lo que puede ocurrir en España sí sube el IVA del turismo. Allí un 25 por ciento de las empresas echó el cierre y uno de cada cuatro trabajadores se quedó sin empleo. Ya pueden deducir que sería letal para la economía española. El gobierno por boca de Montoro ha dicho varias veces en los últimos días que no estaba en sus planes subir el IVA.
Vamos a ver finalmente qué reforma fiscal presenta. Quizás ahora que se han asustado con la abstención numerosa de sus votantes recuperan el credo popular y bajan los impuestos más de lo que en un principio podrían estar pensando.
En una cosa tiene razón el FMI, las reformas tienen que continuar y parece que el gobierno está en ello, al menos lo dejó por escrito en el plan que envió a Bruselas no hace mucho tiempo. Modernizar el funcionamiento de algunos sectores es vital para que la recuperación se consolide y no vuelva a ser o bien un espejismo o un pasar lento y mínimo.
Para todo ello hay que esperar, pero no será mucho si el PP quiere recuperar en este terreno y en otros a sus votantes de siempre, a los que le dan las mayorías suficientes para gobernar. Muy importante en este momento de verdadera incertidumbre y preocupación, una vez conocidos los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo por más que no se puedan extrapolar.
Deben reflexionar y mucho sobre lo ocurrido y volver a las esencias, las que llevaron a este país a ser el espejo en el que se miraba Europa y en el que pueden volver a mirarse. No para ser la Alemania del sur, sino para ser España, un país que cuenta por sus propios méritos, los de sus ciudadanos.
