MADRID, 29 (OTR/PRESS)
Una de las cosas que más me llaman la atención es el debate nominalista que parece dominar al PSOE como si no hubiesen entendido el mensaje de las urnas. Porque el problema, amén de las personas es también de proyecto y de credibilidad.
En cualquier caso parece que se ha abierto paso la propuesta de que sean todos los militantes del PSOE los que designen al nuevo secretario general, lo que no está previsto en los actuales estatutos del partido, pero las normas están para cambiarlas cuando no sirven, y es evidente que en estos momentos la militancia del PSOE está reclamando tener voz directa a la hora de decidir el futuro de su partido.
La pregunta es cuál de los candidatos se llevará el gato al agua, es decir, obtendrá la confianza de sus compañeros para hacerse cargo de la secretaría general. Y la opinión más común es que aunque voten todos los militantes, al final, el peso de Andalucía es definitivo y por tanto lo que sugiera o por quién se decante Susana Díaz tiene más posibilidades de hacerse con el santo y la seña del PSOE.
Es más, los rumores corren como el viento y la posibilidad de que la propia Susana Díaz se siente en la ejecutiva federal es algo que muchos dan por hecho, la cuestión es si lo haría en calidad de presidenta del partido con una secretaria general a su gusto, o si lo haría como secretaria general. Esa es la cuestión, en todo caso este congreso extraordinario se va a resolver en clave andaluza, en clave Susana Díaz.
Otra cuestión importante son las «primarias», porque se supone que la nueva dirección tendrá que convocarlas, pero puede que el que sea elegido secretario general en buena lógica aspire a ser candidato y que entonces su partido le quiera dar una oportunidad, salvo que la secretaria general fuera Susana Díaz que entonces estaría obligada no solo a convocar «primarias» si no a no ser ella candidata puesto que tiene que demostrar que realmente tiene votos propios en Andalucía.
La verdad es que es difícil aún calibrar a Susana Díaz. Desde que fue elegida presidenta ha tenido unos cuantos gestos que han gustado a la opinión pública no solo de Andalucía sino del resto de España y eso la ha colocado como una líder del presente y del futuro inmediato.
A eso hay que unirle que es la jefe de filas de la federación más poderosa del PSOE, que es la andaluza, de manera que cualquiera que aspire a algo dentro de las filas socialistas tendrá que tener en cuenta lo que diga Susana Díaz.
La verdad es que todo esta abierto, pero hay que reconocer que por ahora Alfredo Pérez Rubalcaba está gestionando el transito hacia el congreso con mucha mano izquierda.
Al Cesar lo que es del Cesar. Por lo pronto parece haber tres candidatos en liza: Eduardo Madina, Carmen Chacón y Pedro Sánchez, sin descartar que puedan surgir más nombres.
Desde luego no es una cuestión baladí quién pueda ser secretario general del PSOE porque de seguir las cosas como hasta ahora, el PSOE parece condenado a la irrelevancia de manera que lo que está en juego es nada menos que este centenario partido continúe siendo una de las columnas vertebrales de España. Por tanto no es lo mismo que resulte elegido Madina, que Chacón o Sánchez.
Y es que el futuro del PSOE concierne no solo a los militantes socialistas sino al resto de los ciudadanos de éste país, de manera que además de lo que diga Susana Díaz, los demás podemos hacer el ejercicio de cerrar los ojos e imaginarnos como sería cada uno al frente del PSOE y del Gobierno de España. Pues eso.
