Cayetano González – Vuelta a la normalidad


MADRID, 23 (OTR/PRESS)

Pasados los días tan intensos, emotivos para muchos ciudadanos y en cualquier caso importantes para nuestra historia, que hemos vivido en este mes de junio a punto de terminar, primero con la abdicación del Rey Juan Carlos y después, con la proclamación de su hijo, el Príncipe de Asturias, como nuevo Rey bajo el nombre de Felipe VI, las cosas vuelven a su ser natural, que no es otro que el de la cotidianeidad, el de la normalidad.
Se ha hablado mucho estos días de la llegada de un «tiempo nuevo» debido al cambio producido en la Jefatura del Estado. Formalmente eso es así, pero en la práctica, los problemas que tiene España y los españoles siguen siendo los mismos que hace cuatro días. Esta semana la hemos comenzado con el «raca-raca» de Cataluña, y a medida que se acerque la fecha del 9 de noviembre -día en que Artur Mas pretende celebrar un referéndum ilegal- irá creciendo. Pero es que la crisis económica sigue ahí, afectando a muchas familias, a muchos ciudadanos, que o bien no tienen empleo o si lo tienen, es en condiciones muy precarias.
En este sentido, convendría no exigir al nuevo Rey lo que éste no puede ni debe dar. Las competencias del Jefe del Estado están perfectamente tasadas en la Constitución -e hizo muy bien en recordarlo el propio Felipe VI en su discurso del pasado jueves ante las Cortes Generales- y ese es el terreno en el que se puede mover. Andan algunos empeñados en que el nuevo Rey lleve a cabo una especie de mediación entre Rajoy y Más para intentar encauzar el problema creado por el segundo al plantear un pulso soberanista al Estado. Sería un grave error que Felipe VI se prestará a jugar tal papel y sinceramente pienso que no lo hará.
El nuevo Rey lo que sí puede y debe hacer es contribuir todo lo que esté en su mano para recuperar el prestigio y el respeto de los ciudadanos respecto a las Instituciones, empezando por el de la propia Corona. Es probable que esta misma semana se sepa si la hermana de Felipe VI, la Infanta Cristina, es imputada por el juez Castro en el Caso Nox. Si así fuera, sería la primera prueba de fuego para el nuevo Monarca, que por otro lado ya dejó muy claro en su discurso institucional su total respeto a las decisiones judiciales. Y en el capítulo de gestos, habrá que destacar uno que ha tenido Felipe VI nada más inaugurar su reinado: reunirse con las personas que más han dado por defender nuestra libertad y nuestro sistema de convivencia, las víctimas del terrorismo, a las que transmitió su apoyo y cercanía y el de la Institución que encarna. Un gran acierto sin duda, al que seguirán otros en la línea de la ejemplaridad y de la proximidad a los problemas de los ciudadanos.

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