Fermín Bocos – «Peccata minuta»


MADRID, 09 (OTR/PRESS)

Jenaro García, principal accionista y presidente de Gowex, la suministradora de Wi-Fi que se ha declarado en concurso de acreedores ha reconocido ante un juez que llevaba más de cuatro años falseando los datos de la contabilidad de esta empresa que cotizaba en Bolsa en el llamado MAB (Mercado Alternativo Bursátil). Las primeras estimaciones del alcance del fraude aportan tres cifras significativas: un agujero estimado en 800 millones de euros, alrededor de 5.000 pequeños accionistas estafados y unos 100 inversionistas institucionales pillados. Durante cuatro años, según su confesión, el ciudadano García logró engañar a medio mundo con su discurso de «emprendedor» en el campo de las nuevas tecnologías. Los primeros en picar fueron algunos políticos metidos a promotores del mantra del I+D+I. Contratos con ayuntamientos y diversas instancias de la Administración convirtieron a Jenaro Garcia -descorbatado a lo Steve Jobs, pico de oro, «echao pa lante» de decirles «cool»- en el hombre de los premios. Se llevaba los créditos y los premios del ICO como el emprendedor modelo que era. Volaba tan alto que quería todo Nueva York conectada por el Wi-Fi de Gowex. Todo parecía en regla. Era la historia de un éxito. Un aventura convertida en edificio.
No faltaron cursis que asociaron el fenómeno con esa otra todavía mayor cursilada que se hace llamar la «marca España». Cuando salió a Bolsa, en el mercado alternativo, todos dieron por hecho que quienes viven ¡y cómo viven¡ de supervisar la solvencia de las empresas, las auditoras -en este caso Ernst & Young- había chequeado el estado de salud financiera de Gowex. La auditora y desde la Administración, la CNMV, encargada de velar por la transparencia y buenas prácticas de las empresas que salen al mercado a captar el dinero de inversionistas y ahorradores.
Hoy sabemos que todo falló. Que no hubo controles. Por engañar, García y su equipo engañaron a todos. Incluido el Ministerio de Hacienda. El Fisco que todo lo ve y todo lo pone en duda cuando se trata de fiscalizar a profesionales y asalariados, con Gowex (cuatro años según García, falseando los cuentas) no se enteró de nada. Tampoco la CNMV desde la que ahora nos dicen que no es tarea suya entrar en el «territorio MAB». Un escándalo. Es un escándalo que haya sido una empresa americana (Gotham City Research), quien haya descubierto el pastel. Pastel, recordémoslo, que remite a un fraude que afecta a cinco mil personas y deja un agujero de 800 millones. Fraude que al gobernador del Banco de España (Luis María Linde), no le parece que dé para armar tanto ruido. Según sus palabras, ni siquiera sabía de la existencia de Gowex. «Peccata minuta». Lo mismo le debió parecer a Fernánez Ordóñez, su antecesor en el cargo, cuando las cajas de ahorro con el pufo de las preferentes dejaron colgados a miles de ahorradores. Para quienes ven lo que pasa en la calle desde el «penthouse» de la casta, estas cosas son «peccata minuta».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído