Escaño Cero – Les entra en el sueldo


MADRID, 22 (OTR/PRESS)

No es la primera vez que titulo así un artículo. Y es que resulta sorprendente que pueda ser noticia que Mariano Rajoy y Artur Mas puedan reunirse para hablar. Sin embargo el país entero aguarda el momento en el que Artur Mas entre en el Palacio de la Moncloa, lo que al parecer sucederá la próxima semana según ha desvelado el propio Mas. Y sin embargo, insisto, no debería suponer ningún acontecimiento la esperada reunión porque a ambos les entra en el sueldo hacerlo. El presidente del Gobierno tiene la obligación de mantener una diálogo fluido con los presidentes autonómicos, y estos a su vez lo deben de tener con el Gobierno.
Hablar no significa más que eso, hablar y en el caso de los políticos es una obligación que conlleva el cargo.
La anomalía es que hasta ahora ni Artur Mas ni Mariano Rajoy habían sido capaces de descolgar el teléfono para acordar una cita y sentarse a hablar el tiempo que sea necesario para intentar buscar una salida al órdago independentista lanzado de manera irresponsable y temeraria por el propio Presidente de la Generalitat. Evidentemente nadie espera que Mariano Rajoy vaya a estar de acuerdo con Artur Mas en que este convoque y celebre un referéndum que es ilegal, pero precisamente por la gravedad del problema, parece conveniente que el presidente de Gobierno escuche al de la Generalitat y vea si hay posibilidad de arreglar el entuerto.
Hay quién cree que este tipo de conversaciones se deben de mantener sin luz y taquígrafos, es decir sin que la opinión pública reciba una información puntual de lo tratado entre los dos líderes políticos. A mi juicio eso es tratar como menores de edad a los ciudadanos, pero sobre todo en democracia no se debe ni se puede hacer nada de espaldas de la sociedad.
Yo creo que Mariano Rajoy y Artur Mas deben de hablar no una vez sino todas las que sean necesarias. Noviembre está a la vuelta de la esquina y Artur Mas hasta ahora viene actuando de manera irresponsable con la convocatoria del referéndum por tanto es necesario que el Presidente del Gobierno le deje bien claro que hay líneas rojas que no le va a permitir traspasar.
Por lo pronto una empresa de consultoría ha colocado encima de la mesa de Artur Mas un informe en el que señala que los empresarios no están por el aventurerismo independentista y piden diálogo entre la Generalitat y el Gobierno central. Al mismo tiempo hay personas destacadas de CiU que en conversaciones privadas piden que se «ayude» a CiU ha dar marcha atrás en su órdago independentista pero haciéndolo de manera que puedan salvar la cara. O sea que se trata de ayudar a los pirómanos a apagar el incendio que han provocado. Pero si eso sirviera para acabar con el problema habría que buscar la manera de hacerlo.
En este momento España los dos problemas principales de nuestro país son el paro y el desafío de los independentistas catalanes y esos dos problemas hay que abordarlos, el segundo si es posible a través del diálogo.
Eso de que los políticos no se «ajunten» como si fueran niños de colegio, que se enzarcen en absurdas discusiones sobre quien debe de llamar primero es una tomadura de pelo a los ciudadanos.
Cuando Felipe González era presidente del gobierno ninguneaba a José María Aznar, con el que no tenía ninguna afinidad, y no le recibía a pesar de que este era el jefe de la oposición.
En el caso de Rajoy y Artur Mas nadie les pide que sean amigos ni que tomen café juntos, pero sí hay que exigirles que hablen, que hablen hasta lograr un punto de encuentro para evitar a nuestro país una situación traumática como la que está provocando Artur Mas y Esquerra con su órdago de convocar un referéndum.
Ya digo hablar les entra en el sueldo.

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