MADRID, 18 (OTR/PRESS)
Air Madrid, Caja de Madrid, Banco Madrid… Qué mal esos nombres suenan, qué mal suena el nombre de Madrid asociado a esas marcas putrefactas. Si el cielo lo escribió don Antonio Machado en homenaje a la heroica resistencia de Madrid en noviembre del 36, «Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena,/ rompeolas de todas las Españas», el infierno lo han escrito los malhechores que han usado el nombre mítico de la ciudad mítica para sus sirlas, sus expolios y sus pelotazos.
Air Madrid dejó a más de 60.000 personas tiradas en los aeropuertos en las navidades de 2007, Caja Madrid robó a cientos de miles de trabajadores españoles sus ahorros de toda una vida, y Banco Madrid, que ha ido pasando de mano en mano, de banco en banco (Banesto, Deutsche Bank, Kutxa, BPA) hasta convertirse en parte de la red de blanqueo y evasión de capitales con sede en Andorra, ha proporcionado el último ejemplo de la impunidad de las tramas dinerarias. Si no es por EE.UU., que denunció las prácticas delictivas del BPA en comandita con las mafias de medio mundo, a éstas horas seguiría operando como si tal cosa.
Andorra está lejos, pero cerca, co-principado o pequeño país independiente, está en Catalunya, en España, cuando menos como sumidero del dinero de los ricos, que, como se sabe, no es enteramente suyo, sino, como mínimo la mitad, la que deberían aportar a la Hacienda Pública y no aportan gracias a su ingeniería fiscal, a la connivencia del Estado o a la evasión pura y dura, de todos los españoles. Por eso hay gente que pasa hambre, y que se hacina en las atestadas Urgencias de los hospitales, y que se queda sin casa, y que tiene que emigrar. Banco Madrid, Banca Privada de Andorra, qué mal sus nombres suenan.
No tiene suerte Madrid con su nombre desde que don Antonio Machado la nombrara con aquél fervor. De capital, rompeolas, de todas las Españas, a marca ful de una sola, la más corrupta, la más degradada, la más sombría. Madrid. ¿No habría modo de blindar su nombre?
