Al margen – El fin del gilismo


MADRID, 27 (OTR/PRESS)

Desde un punto de vista formal, el cambio político generado por los resultados electorales es tan profundo que hasta el gilismo, que se había endemizado en su espacio natural, Marbella, perpetuándose en mayorías absolutas con distinto color pero con parecidas prácticas y los mismos votantes, se ha acabado. Desde un punto de vista más informal si se quiere, pero también más real, los efectos de tan espantoso fenómeno, las consecuencias de esos tiempos de indignidad y de secuestro de la democracia, perdurarán en el tiempo y gravitarán sobre la acción política que a partir de ahora se emprenda, pues la generación que habrá de desarrollarla nació y creció bajo su férula y de la de su devastador influjo sobre las personas y la sociedad.
Angeles Muñoz, la hasta ahora alcaldesa de Marbella, del PP, ha perdido, como tantos centenares de sus colegas y correligionarios, la mayoría absoluta, y aunque en éstos momentos anda viendo el modo de procurarse algún improbable apoyo para conservar la vara, la mera pérdida del rodillo (no es lo mismo un rodillo que una vara) supone el término real, y ojalá que definitivo, del gilismo, del que el PP en Marbella ha sido, en tantos aspectos, sucesor, heredero y epígono. Una suerte de neo-gilismo, en pocas palabras. Marbella quedó, con el PP, tal cual la dejó Gil, salvadas de la justiciera piqueta las miles de construcciones ilegales que los tribunales ordenaron derribar antes de que un PGOU para la ocasión las legalizara, consagrándolas. Quedó tal cual, aunque con muchos menos árboles por las talas masivas, de letal furor arboricida, del equipo de la alcaldesa.
Pero el escalofriante legado de Gil no sólo quedó en la desventurada Marbella, sino que sirvió de malhadada inspiración y guía a muchos otros municipios y comunidades, y eso es a lo que los recientes resultados electorales han venido a poner fin. Lo que venga después, no lo sabemos, dependerá en gran medida de la gente y de los hados, pero no podrá ser exactamente, en ningún caso, tan brutal.

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