MADRID, 2 (OTR/PRESS)
Pedro Sánchez lo tiene más difícil que Pablo Iglesias. Y es que si finalmente llegan a acuerdos el PSOE y Podemos para recuperar algunos gobiernos autonómicos y ayuntamientos que hoy gobierna el PP, el acuerdo para los socialistas puede ser una especie de abrazo del oso.
Evidentemente ambos se necesitan. Sí, Pedro Sánchez necesita a Pablo Iglesias, y Pablo Iglesias, que a mi juicio va un poco sobrado por la política, también necesita a Pedro Sánchez, pero si me apuran Sánchez tiene más necesidad de los votos de Podemos.
Yo creo que aunque ambos se están midiendo como gallos en el corral al final terminará llegando a acuerdos porque difícilmente pueden justificar, el uno u el otro, que por no ser capaces de pactar el PP podrá seguir gobernando. O sea que a pesar de lo manida de la frase parecen condenados a entenderse. Pero la cuestión de fondo es que más allá de los pactos de hoy lo que realmente está en juego es quién se queda con el santo y seña de la izquierda.
Pablo Iglesias no se marca objetivos pequeños sino que aspira a que Podemos obtenga suficiente representación en las elecciones generales como para poder gobernar España. Y Pedro Sánchez por su parte no está dispuesto, faltaría más, a que Podemos eche del escenario al PSOE y se convierta en el partido sobre el que repose la hegemonía de la izquierda.
Así las cosas de aquí a que se celebren las elecciones generales vamos a asistir a una guerra solapada entre ambas formaciones. Pactarán si, pero al mismo tiempo se darán empujones para ocupar ese espacio de izquierdas.
Yo creo que hoy por hoy Pedro Sánchez le saca cierta ventaja a Pablo Iglesias y es que la sociedad española, lo ha demostrado en las urnas, quiere un cambio pero sin dinamitar lo existente, es decir sin poner en solfa a las instituciones y al sistema que ha permitido casi cuarenta años de libertad y democracia. Es decir al día de hoy los ciudadanos parecen optar por las reformas y no por partir de cero haciendo tabla rasa. Y esa será la oferta de Sánchez: regeneración y políticas sociales.
Dirán ustedes que es casi la misma oferta de Pablo Iglesias, pero no, hay demasiados matices entre ambas ofertas.
En cualquier caso yo creo que Podemos ha tenido y tiene la virtud de haber sacudido la anquilosada política española obligando a sus principales actores a mover ficha porque es evidente que la ciudadanía lo que no quiere es más de lo mismo.
Lo interesante de lo que sucede en las filas de la izquierda, es lo que queda por venir, lo que veremos en pocos meses y es si el pez grande se come al chico, o si por el contrario el pez chico acaba con el grande. O sea la famosa teoría del abrazo de oso. Atentos a esa partida de ajedrez en el tablero de la política que van a librar Pedro y Pablo dos políticos que tienen en común la misma ambición y convencimiento de que este es su momento.
