Pedro Calvo Hernando – Les doy una semana de plazo, ¿estamos?


MADRID, 3 (OTR/PRESS)

El ministro García Margallo declara en «El País», comentando el drama del secesionismo catalán, que «estamos ante un golpe de Estado, un motín a sofocar». Hombre, esas expresiones parecen un poco fuertes, no sé si es que no se le ocurren otras, pero la verdad es que habría que preguntarse si a los demás se les ocurren otras menos trágicas, tragicómicas o dramáticas. La expresión tal vez sea lo de menos. Lo importante es el fondo de lo que el ministro dice. En cualquier caso, qué diríamos de una eventual aplicación del artículo 155 de la Constitución Española y mucho más del artículo 8º, el que contempla que la unidad de la Patria está garantizada por las Fuerzas Armadas, porque dice eso, que sí, que lo dice, aunque casi nadie quiera reconocerlo o recordarlo. Dios me libre de preconizarlo, lo del 8º, digo, y aunque tampoco lo del 155, suspensión de la autonomía, con el cese de todos los que la integran, supongo. A José Manuel García Margallo lo conocí y lo traté, nos caíamos muy bien, por aquellos tiempos en que el venía de otros predios que no eran los populares. Recuerdo muy bien su desparpajo y su nula sumisión a los jefes, a las afirmaciones grandilocuentes, su nula aceptación de cualquier dogma pomposo o que hiciera chirriar la inteligencia propia o ajena. José Manuel, José Manuel, ¿Te acuerdas? Pero cómo se pasan los secesionistas, empezando por la presidenta del Parlament, la señora Forcadell. Y pensar que hace cuarenta y ocho meses allí los independentistas eran cuatro gatos y que a nadie se le había pasado en serio por la cabeza que tantos catalanes un día iban a querer levantar el vuelo. Y ahora es forzar el proceso para votar la independencia el 9 de noviembre. ¿Y mañana qué será? El Gobierno y los partidos más importantes no se aclaran, no dan una en el clavo, no cesan de titubeos, no saben bien lo que se traen entre manos. Pueden dar lugar a que muchos españoles digan que ya vale, que hay que cortar por lo sano, supongo que lo sano será el cumplimiento de la Constitución y de las demás leyes. Además de la falta de respeto mutuo entre los grandes contendientes, hay una cosa que se llama inoperancia, negligencia, ignorancia, insensatez, frescura, majadería, etc. El presidente Rajoy se ha ido reuniendo con los máximos responsables de los partidos, digo yo que mejor sería reunirse con todos al mismo tiempo, para debatir un poco y tomar decisiones con rapidez y cordura, en lugar de aprovechar los encuentros para tirarse unos a otros los trastos a la cabeza, para dar a los españoles espantosos ejemplos de desgobierno y supina desorientación, justo lo contrario de lo que nos hace falta. Les doy a todos una semana de plazo para que nos lo arreglen. ¿Estamos?

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