MADRID, 5 (OTR/PRESS)
La publicación del CIS siempre levanta curiosidad pero las encuestas en general quedan superadas por los acontecimientos. El ultimo CIS ha quedado superado por la realidad. El trabajo de campo se realizó del 1 al 12 de Octubre, pero esos días son ya historia. De entonces a ahora, la sucesión de acontecimientos ha modificado, con toda seguridad, los datos aportados por el CIS.
Durante esos días, la memoria de las elecciones catalanas estaba bien fresca en el ánimo y percepción de los ciudadanos. A partir de ahí el secesionismo catalán ha ido de órdago en órdago y Cataluña se ha convertido en el eje de la campaña. Nada de lo planeado hace unas semanas, en estos momentos, se puede dar por cerrado. Del 1 al 12 de Octubre, no se había producido la sensación de alarma proveniente del secesionismo catalán, ni en Moncloa se había producido el inmenso paseíllo que hemos visto en días pasados, ni sabíamos que Mariano Rajoy no iba a mover una ceja sin informar a las demás fuerzas políticas. No sabíamos tampoco que el Tribunal Constitucional, en una decisión sin precedentes, ha dictado la suspensión del pleno catalán previsto para el próximo lunes, dia 9.
No sabíamos tampoco -si no recuerdo mal- que Pedro Sánchez optaba por fichar a Irene Lozano y a Zaida, la militar victima de acoso en la etapa socialista -no ahora- y lo que nadie podía imaginar es que Podemos, para pasmo del PSOE, ficha, nada menos, al antiguo JEMAD, mano derecha de Carmen Chacón en su etapa de ministra de Defensa.
Son demasiados acontecimientos y de demasiada relevancia política y mediática como para no pensar que el CIS se ha quedado viejo. Encuestas posteriores han coincidido todas en una fuerte subida de Ciudadanos y para el PP no ha dejado de ser una sorpresa porque se esperaban un CIS «muy malo».
En todo caso, hay una tendencia que cada día que pasa se confirma y es que el PP va a ser el partido ganador. El vértigo en donde está instalado es en el PSOE que ve con asombro como el desgaste de los populares no son capaces de sumarlo a su intención de voto y para colmo -esto el CIS no lo refleja- Ciudadanos es cualquier cosa menos un partido irrelevante. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que el partido de Albert Rivera fuera la primera fuerza. Un mínimo de realismo debería llevar a la conclusión de que eso no va a ocurrir. Sin embargo, lo que no parece tan seguro es que el PSOE vaya a obtener unos resultados que pueden hacer buenos los obtenidos por Rubalcaba. Pese a ello, no veo fácil que Rivera pueda arrebatar el segundo puesto al PSOE.
La campaña, propiamente dicha, no ha comenzado aunque estemos instalados en ella desde hace muchos días y, por primera vez, no pocos expertos coinciden en indicar que en esta ocasión esa campaña puede ser más determinante que en elecciones anteriores.
Atravesamos jornadas de ansiedad y preocupación. Por primera vez en cuatro años, la economía ha pasado a segundo plano. Las miradas, la expectación está en Cataluña que obliga a reforzar el discurso político, a revisar estrategias y a Mariano Rajoy tomar decisiones que, en ningún caso, van a ser fáciles. Las tendrá que tomar él porque por mucho que consulte e informe a las demás fuerzas políticas, lo que se haga o se deje de hacer llevará su firma. El y no otro es el Presidente del Gobierno y sobre sus espaldas y, es seguro, que en la soledad de su despacho -todos los Presidentes experimentan momentos de soledad- tendrá que lidiar con una situación endiablada.
El CIS se ha visto superado por la realidad. Habrá que esperar a nuevas encuestas para conocer nuevas fotos fijas, si es que en esta España nuestra son posibles las fotos fijas. Ultimamente todas salen movidas.