Charo Zarzalejos – ¿Qué es de Ciudadanos?


MADRID, 19 (OTR/PRESS)

Cada cual elige sus tiempos, diseña sus estrategias y se organiza como quiere o como puede. Ahí tenemos a Rajoy de viaje permanente por España, a Pedro Sánchez haciendo campaña nacional e internacional y a Pablo Iglesias abrazándose, a lágrima viva, con Julio Anguita como rúbrica solemne de su acuerdo con Alberto Garzón. Pero ¿y Ciudadanos?. Salvo que me haya perdido algo, cosa que no descarto, el partido presidido por Albert Rivera todavía apenas si se ha lanzado a la arena electoral. Contrasta su muy escasa presencia con la actividad frenética que ha tenido durante la fallida legislatura. Nunca cuarenta escaños dieron tanto de sí y acapararon tanto protagonismo. Quizás sea esa memoria reciente la que me haya llevado a preguntarme que es de Ciudadanos.
Como todos los partidos que tienen primarias, en esta ocasión, han pasado de ellas y los cambios en las candidaturas no han sido espectaculares aunque en el caso de Ciudadanos se hayan modificado varias cabeceras. Sabemos también que está en el ánimo de la dirección está el retocar alguno aspectos del programa que llevaron el 20D con el propósito de evitar confusiones o interpretaciones no deseadas, que Albert Rivera continúa siendo el gran activo electoral y poco más.
Ciudadanos, al igual que el PSOE, espera que los electores premien su afán por el acuerdo. Las encuestas indican que, más o menos, se quedan donde están y no se detecta, hasta el momento, ni castigo alguno ni un mayor entusiasmo que el que despertaron el 20D. Con el tiempo iremos viendo por donde encarrilan su discurso que necesariamente no puede darse de bruces con los cuatro meses vividos pero si les va a resultar necesario distanciarse del acuerdo con el PSOE. No lo tienen difícil ya que el propio PSOE lo ha dado por caducado el mismo día en el que se convocaron las elecciones.
Tras el 26J y siempre a expensas de lo que digan las urnas, el papel de Ciudadanos puede ser especialmente relevante. Tiene razón Rivera cuando recuerda, ante los ataques del PP, que los acuerdos van a ser necesarios y, con toda seguridad, Ciudadanos tendrá mucho que decir en los mismos. Sus límites están claros: ni con independentistas ni con Iglesias, de manera que el tablero se repite y tendrá que ver como juega entre el PP y el PSOE que no tiene en sus previsiones colocar a Ciudadanos como un objetivo a batir. No lo tiene a efectos de discurso pero en este suave giro de Sanchez hacia el centro -su gobierno virtual así lo indica- que el PSOE ha visto entre los electores de Ciudadanos un eventual nicho de votos. En cualquier caso, es obvio que el PSOE tiene «buen recuerdo» de la formación naranja.
No se puede decir lo mismo del PP que de manera exagerada y creo que poco acertada ya ha disparado más de un misil dialéctico contra el partido de Rivera. El llamamiento que hizo en el Congreso a la sublevación interna del PP en contra de Mariano Rajoy ha quedado grabada en la cabeza de los populares que nunca imaginaron semejante estrategia que, todo hay que decirlo, fue una estrategia bastante absurda y fuera de tiesto. Ningún partido admitirá jamás que desde fuera se cuestione lo propio y menos cuando retrata del líder. Rivera logró que se cerraran aún más las filas en torno a Mariano Rajoy.
Veremos si mantienen esta estrategia de vetos personales que en política carecen de sentido. Lo que hay que negociar son propuestas con aquellos a los que los ciudadanos han revalidado con su voto y en este terreno Ciudadanos es garantía, mientras no se demuestre lo contrario, de que ni populistas ni independentistas podrán con su apoyo ni activo ni pasivo. Esta «garantía» es, probablemente, parte nuclear de su discurso. La gran diferencia para Ciudadanos entre el 20D y el 26J es que a lo largo de la fallida legislatura se han movido y mucho y en política cuando alguien se mueve surgen contradicciones, puntos de incoherencia y no siempre lo que se hace es percibido por lo ciudadanos como se desea. Para ningún partido el momento actual es el mismo que el anterior al 20D y para Ciudadanos, probablemente, menos que para ninguno. De ser un partido «nuevo» ha pasado a envejecer un poco y quizás sea el atisbo de las primeras canas lo que está llevando al partido de Albert Rivera a estar menos presente de lo que algunos , quizás equivocadamente, preveíamos.

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