CARMENA Y EL SOLSTICIO
Continúa en Madrid el cruel suplicio
de la chiflada Manuela Carmena.
No quiere Navidad ni Nochebuena,
ella quiere celebrar el Solsticio.
La pobre cree que cumple con su oficio
cuando hace alguna exposición obscena,
o cualquier chorrada que no sea buena
que saque a los madrileños de quicio.
¿Qué gran pecado han hecho los madriles
para merecer a esta desquiciada
con la cabeza tan alborotada
y tan cuate de rojos y mandiles?
Seguramente que allá en el infierno
se parte de risa el profesor Tierno.
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Por Salvador Freixedo
Último libro del autor:
«IGLESIA, ¡DESPIERTA!»
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