Julia Navarro

A cuenta de Granada

A cuenta de Granada
Julia Navarro. PD

Estaba escuchando un programa informativo en la radio que en ese momento daba cuenta de, al parecer una vieja polémica, sobre si se debe o no celebrar la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos, hecho que tuvo lugar hace 525 años.

Al principio creí que no estaba suficientemente atenta y no estaba enterándome de lo que contaban pero efectivamente este lunes 2 de enero hacía 525 años que Isabel y Fernando se hicieron con Granada lo que en el 2017 provoca un enfrentamiento entre los granadinos. Unos partidarios de la conmemoración otros de suprimirlo y de paso pedir perdón por aquel hecho.

Según contaban desde hace años hay enfrentamientos entre grupos de extrema derecha y grupos de extrema izquierda y asimilados a cuenta de la efemérides.

Presto atención y de nuevo doy un respingo al escuchar decir que la conmemoración de la Toma de Granada es nada menos que «una exaltación del racismo y la intolerancia».

Como no salgo de mi asombro busco en la RED información sobre este guirigay y me encuentro con que hay una plataforma de Refugiados que califica la celebración de «equivocación que dificulta la conciliación de culturas» y que hay un grupo antifascista que asegura que la toma de Granada fue nada menos que un «genocidio».

Desde luego, el nuestro es un país peculiar en el que se intenta en el presente darle la vuelta al pasado. Que a alguien no le gusta tal hecho histórico, pues nada, no hay problema, que se suprima. No sé, pero creo que es de diván de psiquiatra.

No puedo dejar de pensar en tanta insensatez y me pregunto que dirán estos plataformas anti-Toma de Granada, de Tariq ben Ziyad. Doy por supuesto que saben quién es. Un guerrero, nada menos que el lugarteniente de Musa ben Nasayr, que es quién le encargó que cruzara el «estrecho» para ir haciéndose con las fértiles tierras de la Península Ibérica. Y desde luego Tariq ben Ziyad no llegó a la Península pidiendo por favor que le abrieran paso y que si no les importaba a los autóctonos pues se iba a quedar con cuantas tierras le apeteciera. Lo digo porque cruzó el «estrecho» con siete mil guerreros y no venían precisamente a fumar la pipa de la paz.

En esos momentos el rey Rodrigo se estaba peleando con Aguila por aquello de quién se hacía con el santo y seña del poder, pero don Rodrigo al ser avisado de que unas tropas habían desembarcado en el sur ni corto ni perezoso puso rumbo al encuentro de los invasores (¿tengo que pedir perdón por llamar invasores a aquellas tropas dirigidas por Tariq Ben Ziyad?) que le derrotaron en la batalla de Guadalete. Pero claro Tariq y los suyos no se conformaron con ganar en Guadalete y ya puestos comenzaron la conquista de la Península, que si Córdoba, Toledo Guadalajara, Zaragoza… Me pregunto si a algunos de los que ahora denostan la Toma de Granada y hablan de racismo y xenofobia les preocupa lo más mínimo la suerte que pudieron correr los habitantes de aquellas ciudades y pueblos que Tariq ben Ziyad y sus tropas iban conquistando. Les impusieron unas costumbres distintas, una lengua distinta y una religión distinta por la fuerza de las armas. Eso sí, si alguno quería seguir con su religión le dejaban previo pago. Así que muchos decidieron que más les valía convertirse al Islám para no tener que pagar. Pero hoy, supongo que quienes protestan por la toma de Granada deben de pensar que en pro del multiculturalismo los autóctonos de entonces hicieron bien en doblar la cerviz y dejarse conquistar no fuera que en el futuro alguien les tachara de xenófobos. En fin no sé si reírme o echarme a llorar ante tanto desatino.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído