MADRID, 11 (OTR/PRESS)
El Gobierno logró ayer en el Congreso sacar adelante el techo de gasto, primer paso para abrir la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018. Finalmente, el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, se abstuvo. De nuevo votó distinto a los socialistas, con los que está coaligado, y que en esta ocasión han votado en contra. Una decisión que ha sido muy criticada por el PP y el Gobierno, ya que el techo de gasto que se aprobaba es mayor que el del año pasado. Sin embargo, el PSOE por boca de su portavoz, Margarita Robles, se ha enrocado en que supone un recorte en las políticas sociales, sobre todo en Educación y Sanidad.
Hay que tener en cuenta también que el voto afirmativo de los diputados del PNV tiene su miga. Esteban se encargó ayer de dejar claro que lo han hecho por responsabilidad, para no sumar inestabilidad, pero que de ningún modo supone que ya está todo hecho de cara a los Presupuestos. Es más, el portavoz del PNV quiso que se supiera que ya se discutirán las cuentas, dando a entender que van a volver a sacar tajada de su voto afirmativo.
La verdad es que no lo va a tener fácil el gobierno. Ya la aprobación de las cuentas de 2017 costó un dineral. Canarios y vascos se esmeraron en hacer valer sus votos. Apenas siete en total, pero decisivos para que los PGE obtuvieran la mayoría. Ahora, ya sabemos que también Ciudadanos se ha subido al carro de las peticiones millonarias. Por un lado, el suplemento salarial a jóvenes y por otro lado la rebaja del IRPF, aunque desde el gobierno se insiste en que es compatible con el cumplimiento del déficit, ya que las cifras de recaudación tanto por la actividad como por la lucha contra el fraude van como un tiro. Ayer mismo lo dijo el ministro de Economía desde Bruselas donde se celebraba una reunión del Eurogrupo.
