Más que palabras – Patria


MADRID, 17 (OTR/PRESS)

He tenido el gran honor de formar parte del jurado que ha otorgado a Patria de Fernando Aramburu el Premio Nacional de Narrativa 2017. Fui en representación de la FAPE (Federacion de Asociaciones de Periodistas de España) y sólo puedo agradecer a mis colegas que me dieran la oportunidad de vivir, desde dentro en primera persona esta experiencia, por lo que es y por lo que representa. Patria era mi opción, así que ¡miel sobre hojuelas!. El libro me lo regaló nada más publicarse un colega periodista, César García, con motivo de mi cumpleaños y me lo leí de un tirón como quien se mimetiza con una trama, con la que está familiarizada, que le es cercana porque forma parte de su generación y de la historia reciente.
En el jurado pusimos en valor «la profundidad psicológica de los personajes, la tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, así como la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en el País vasco», pero en el ambiente inevitablemente sobrevolaba el momento político que vive España y un deseo de que las historias cainitas que tanto daño o a nuestro país no se repitan. Cuando en su momento leí el libro escribí un artículo donde recogía las críticas que había recibido, algunas de las cuales hice y hago mías, «Patria es, sobre todo, una gran y meditada novela. Pero la tradición del género lleva incluida la virtud de explicar a sus contemporáneos algo del mundo que les ha tocado vivir, o que forma parte de su herencia: amalgama, evocación y análisis. Lo hicieron los Episodios Nacionales, de Galdós, justo cuando hacía falta recordar y suturar discordias civiles, y lo hizo Guerra y Paz, de Tolstói, cuando corría riesgo de olvido el origen de la Rusia moderna. Lo mismo están logrando ahora las novelas de Fernando Aramburu», añadía.
Ayer cuando se hizo público el nombre de la obra y el premiado, mi querido amigo Juan Cruz escribía en El País: «Cuando lo buscaron para decirle que había ganado el Premio Nacional de Narrativa, Fernando Aramburu (San Sebastián 1959) andaba paseando con su perra Luna en Hannover, la ciudad alemana adonde se fue enamorado hace veinte años. A Luna la llamó así su hija menor y ahora está delicada de una pata, tanto que el autor de Patria, la novela publicada por Tusquets con la que ha alcanzado este galardón, en lugar de pasearla, tiene que llevarla en brazos. Por eso no estaba en casa y tuvo que esperar más de la cuenta hasta saber que, casi por unanimidad, este libro que ya premiaron la crítica, el jurado del Umbral al libro del año, la prensa internacional e incluso el medio audiovisual (será la primera serie de HBO España), lo ha distinguido el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Patria es la historia metafórica de los años más oscuros de Euskadi, un libro centrado en un lugar simbólico de todos los sitios que sufrieron esas décadas de dolor. Con un estilo que prolonga Los peces de la amargura (2006), su libro de relatos sobre el mismo asunto, Aramburu aborda las raíces en las que se asientan el odio y la maldad sembradas por ETA como factor principal de las desgracias de cuya realidad se nutre esta importante ficción.
Aramburu, que narra con la precisión que habla («¡soy de Donosti!»), dedicó más tiempo este mediodía a dolerse de la salud de su perra que a comentar el galardón. En su novela está esa precisión camusiana que la crítica reconoce en su estilo. Es difícil imaginar que cambie con los premios. Así que recibió la noticia, la celebró como algo grande y se alegró también por los libreros y por sus editores».
Después de esto que relata la pluma maestra de Juan no hay más que añadir, salvo que hay obras reparadoras que cuando las lees palpas claramente que el odio engendra odio y que no hay nada que justifique el miedo o el tiro en la nuca. Enhorabuena al autor y gracias por el sosiego que me da leerle.

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