Más que palabras – Adoctrinamiento televisado


MADRID, 7 (OTR/PRESS)

Ayer algunos periódicos recogían, como una forma más de adoctrinamiento, la forma en que la televisión pública catalana, TV3, utiliza sus informativos infantiles para explicar a los niños el proceso independentista «según el prisma ideológico y el libro de estilo de la televisión pública de la Generalitat.»

Se ponía como ejemplo una pieza para aclarar a los menores «qué es un preso político» y por qué se considera que los miembros del Govern y los presidentes de la ANC y Òmnium lo son. «Un preso político es una persona que está en la cárcel pos sus ideas políticas, por pensar y actuar diferente que las personas que gobiernan un país», explica la presentadora del informativo en un tono didáctico. «En el caso de estas personas, hay quien cree que las han encarcelado por ser independentistas, es decir que son presos políticos y que no es justo que estén en la cárcel, pero también hay mucha gente que cree que no, que en España no hay presos políticos. Además en la información se añadía que «Los políticos catalanes dicen que eso no es lo que han hecho, porque de violencia no ha habido nada, que todo se ha organizado de forma pacífica. En cambio, una parte de la Justicia española considera que sí. Ha enviado a los políticos catalanes a prisión», indica la presentadora del programa mientras se emiten imágenes de niños acudiendo a las manifestaciones independentistas celebradas en Barcelona.
En el programa infantil también se precisa que «no todos los políticos del Govern están en prisión». «Los hay que se han ido a Bélgica, como el president Carles Puigdemont». «Consideran que en España el juicio no sería justo», enfatiza sin aclarar, por supuesto, la condición de expresidente del fugado.
Está claro que los independentista han visto en la educación y también en la televisión su caldo de cultivo y llevan años de adoctrinamiento que ha cuajado en los sectores más jóvenes. En alguna ocasión he comentado en esta misma columna que la manipulación de los libros de texto denunciada por editores y sindicatos de profesores, o la exclusión del castellano en las aulas que tantas veces hemos criticado, han sido posibles porque los sucesivos gobiernos de la Nación miraron hacia otro lado cuando no mercadearon con las competencias. Pero una cosa similar es lo que han hecho y siguen haciendo utilizando los medios de comunicación de la Generalitat como una forma de adoctrinamiento independentista en programas infantiles, lo cual es realmente vergonzoso. Esto no es algo de hoy ni de los últimos tiempos, se lleva haciendo años, mientras todos los gobiernos de la democracia han mirado hacia otro lado porque les interesaba el disputado voto de los nacionalistas para sacar adelante sus proyectos y además a todos les resulta «molesto» que se les acuse de perpetrar un atentado a la libertad de expresión cuando, en este caso lo cierto es que esa libertad se manosea y utiliza con fines espúreos.
A riesgo de repetirme digo lo de siempre: ¡Los niños, siempre los niños! El sector más vulnerable al adoctrinamiento y también los más desamparados frente a la bota opresora de algunos adultos, que les utilizan para volcar sus frustraciones. Todos coincidimos en señalar que la educación es un arma de futuro pero algunos, especialmente los más sectarios, la utilizan para el combate cuerpo a cuerpo contra sus adversarios. Un niño al que se alecciona puede terminar convertido en cualquier cosa y sólo mirar los horrores de los niños/soldados o las niñas convertidas en esclavas sexuales para hacernos una idea de cómo el odio es capaz de anidar en los corazones más inocentes, si unos despiadados cogen a los más pequeños como rehenes de su fanatismo. Hay muchas formas de utilizar a los niños pero las peores son las que llegan como la gota fina e impregnan su día a día travestidas de cotidianeidad.
«Apreciados padres: como ya sabréis, nos encontramos en medio de una situación política y social delicada. Durante estos últimos meses, nos han estado pisando, a nosotros y a nuestros derechos. Actualmente no se trata tanto de independencia, sino de democracia y de los derechos que nos han privado. Los últimos hechos relacionados con el 1-O no nos han dejado indiferentes, por lo que hemos decidido organizarnos y movilizarnos desde las aulas». Así comenzaba la carta que los institutos de Olot, en Girona, enviaron a las familias de sus alumnos para informarles sobre la manifestación que se llevó a cabo en el municipio, «en defensa de la democracia y la libertad». De esta forma los centros públicos, como si se tratase de una a una actividad extra escolar o una excursión festiva, pidieron a los padres que autorizaran a sus hijos a faltar a clase y acudir a la concentración . Ahí está la trampa en que es mejor hacerlo así, de forma vergonzante, que dar la cara y por eso lo vendieron y venden todo como de un acto festivo.
Pero el adoctrinamiento en ocasiones se convierte en algo más como el caso de incitación al odio de ese profesor que paró la clase que estaba dando para explicar cómo la Guardia Civil está «oprimiendo al pueblo catalán». «Mi hijo de 12 años llegó a casa llorando porque en clase pararon para explicar cómo la Guardia Civil estaba oprimiendo al pueblo y el profesor le preguntó explícitamente si su padre era guardia civil». Si eso es lo que están haciendo en las escuelas y en es lo que ven los chicos en la tele ¿nos podemos extrañar ahora de lo que ocurre? ¡O esto cambia o no hay nada que hacer!

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