NO IMAGINO A MI MADRE DESFILANDO
No imagino a mi madre desfilando
y cargando en sus hombros un fusil,
con masculino uniforme de dril,
y menos aún la imagino mandando.
Pero ahora, como estamos progresando,
hay mujeres militares por mil,
mientras el metrosexual varonil
se va rápidamente afeminando.
El que ahora haya mujeres soldado
además de una gran barbaridad
es algo que indica con claridad
que alguien a esta sociedad la ha engañado.
Y lo malo es que esta monstruosidad
se cree algo moderno y acertado.
___________________
Por Salvador Freixedo
Último libro del autor:
«IGLESIA, ¡DESPIERTA!»
✉ [email protected]
☆ Suscripción gratuita