Un masón cree en el Gran Arquitecto
pero cuando ajusta bien el mandil
no quiere a Jesucristo de albañil
pues no es políticamente correcto.
Para Jesucristo el lugar perfecto
es en algún monasterio monjil
y mejor oculto en un cuchitril,
porque no le tienen ningún afecto.
Ellos trabajan siempre agazapados,
como libretistas en televisiones,
o en muchos diarios en las redacciones,
todos ellos muy adoctrinados,
para presentar shows envenenados
y luchar contra las religiones.
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Por Salvador Freixedo
Último libro del autor:
«IGLESIA, ¡DESPIERTA!»
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