TENÍA
Le dijeron: “lo importante es tener”,
y él procuró tener un fortunón.
Vivía en una grandiosa mansión
y tenía propiedades por doquier.
No cesaba de comprar y vender,
tenía hasta un pequeño avión,
en el Ibex era todo un campeón,
pues su felicidad era poseer.
En la educación que recibió un día
le dieron, cambiado, gato por liebre,
y era feliz cuanto más poseía.
Pero ahora ya no hay nada que celebre,
pues en el momento de su agonía
lo único que tenía…era fiebre.