Cayetana Alvarez de Toledo no presume de primer apellido de España sino que hace honor a él. Tiene la hechura y el empaque de los políticos de antaño y comparte el atril y la tribuna al lado de representantes del pueblo español que no es que tengan dificultades para expresar lo que realmente quieren decir, -que seria lo de menos siempre que tuvieran claro su propósito,- sino que repitiendo mil veces los discursos anunciados en las asambleas partidarias de trepas y meritorios, parecen mercachifles de bazar.
Lo de Cayetana portavoz en el Parlamento, es como si hablase Clara Campoamor en el patio de un colegio de puberes a la hora del recreo cuando salen como jabalíes, animales de los que ya hay magistrales crónicas parlamentarias. Al Congreso se viene aseado y preparado, no a improvisar en mangas de camisa y playeros con pinta de guarro para llamar la atención. A esta gente le falla la parabólica, no ve los parlamentos del mundo entero y la envidia española odia la excelencia aunque sea en beneficio propio.
Hay en el Parlamento una tribuna que es más tribu que las demás, son jabalíes con chalet y piscina y observándola te viene a la mente el desodorante de bola mientras cuando una de ellas unida puede decir, nadie sabe cómo ha llegado allí, se ponen de pie para aplaudir cualquier estupidez.
Hay gente allá arriba en la tribuna de oradores que no la ha visto más gorda, que no sabe cómo ha llegado hasta ahí pero una vez allí larga su vinilo rayado sin concierto. Les basta el atrevimiento de verse aprobados por sus huestes y su delito es el atrevimiento, la imprudencia, sus trampantojos de hipotecas vehiculo y chalet.
Aqui les largo este rollo y ustedes me tienen que escuchar dicen estos maestros de la imprudencia, estos niñatos que llevan años de okupas en el Parlamento y los ayuntamientos desconociendo los límites insondables inefables de su propia ignorancia. Bien es verdad que no ignoran que con las próximas elecciones gran parte de ellos tendrán que volverse a su casa okupada a su no trabajo, su no producir y su no colaboración, como toda la vida, con la sociedad.
Nos están tomando el pelo. Una farsa. Sanchez pactará con Podemos cuando vea que las ratas abandonan el barco y tengan el agua al cuello o tratará de rematarlos con las urnas.
Mientras Cayetana, sobrada, quizás excesivamente preparada vista la grey solo tiene un obstáculo que salvar para ser Cayetaña de España. El rictus, y que tiene que disminuir la distancia. Tiene que acercarse a España. Saldríamos ganando.
