Antaño dominaba la nobleza,
pero la revolución dijo ¡basta!
a toda aquella situación nefasta
que trataba a la gente con rudeza.
Hoy padecemos la misma vileza,
humillados por la política casta
que ha hecho de la honradez una subasta
y nos miente con descaro y torpeza.
Los nobles ahora son los diputados
y todos los políticos aforados,
cientos de innecesarios asesores,
millares de inútiles consejeros,
y manadas de vagos consultores.
Así emplea la casta nuestros dineros.