A los mil reyes que ha tenido España,
al fallecer les ponían un mote,
y, por ejemplo le llamaban zote,
si querían vengarse de él con saña.
O si le querían dar aún más caña
le apellidaban el Cruel o el Machote.
Mas si fue un rey que gobernó con maña,
le ponían algo que le diese pote:
Alfonso de Aragón, Batallador,
o Alfonso Séptimo, el Emperador.
Estos días en la historia reciente
también tenemos una real figura
que ya es conocida de mucha gente
por Juan Carlos Primero, el Caradura.