Un zoo o un circo sería su habitat natural. Pero por misteriosas razones antropológicas y por culpa del infame Pedro Sanchez, un macaco faltoso y provocador como los que se dedican al contrabando de tabaco en Gibraltar; da estos dias brincos por el Parlamento encaramado a la tribuna de oradores.
Desde alli, este macaco de mirada torva y primitiva mueve el rabo alentado por extraños congéneres y haciendo gracietas patéticas para las cámaras de televisión.
Sube y baja el estrado pisoteando el idioma y la convivencia provocando a toda la Nación chillando desagradablemente, faltando, insultando, desafiando y amenazando a los españoles e incomodando a sus señorías.
Con ocasión de la investidura de un infame, una rata asoma por la alcantarilla que ha dejado abierta Pedro Sanchez y corre por el patio del colegio alborotando a las manadas de púberes.
Sólo un sistema incapaz de defenderse puede tener a un especimen semejante en la sede de la soberanía popular en lugar de encerrado en el parque de Cabárceno o en el circo Price.
El indolente pueblo español y su clase politica ha colocado en el estrado a este peligrosísimo ejemplar de macaco resentido de los que llevaron a la Nación española a la guerra civil.
Y ahora tenemos que apagar la televisión cuando sale insultando a cuarenta y seis millones de españoles porque élites acomodaticias y cobardes no han intentado siquiera mantener a raya a un peligro público mas grave para nuestra convivencia y la paz social que el Chicle o la manada.
En la tribuna otros macacos con pinta de no mucho lavar aplauden al mono de cola prensil. Pero ustedes Sr. Rufián, no son los ratones sino las ratas.