EL GOBIERNO SOCIALISTA, SUS AMIGOS, SOCIOS Y COMPINCHES

Pedro Sánchez, que ha desbocado ya el déficit de España, pide a Bruselas que le deje duplicarlo

Pedro Sánchez, que ha desbocado ya el déficit de España, pide a Bruselas que le deje duplicarlo

Y encima, para colmo de males, tenemos ahora vestido de cuatrero a Pablo Iglesias, como vicepresidente y su mujer y cuadrilla en puestos ministeriales, lo que augura que la cosa sólo puede ir a peror.

El Gobierno Sánchez, especialista en gastar por encima de las posibilidades de España, ha desbocado el déficit y roto en muy poco tiempo los esfuerzos de austeridad que hizo el anterior Gobierno para situarlo en la senda marcada por Bruselas. En 2019, todo apunta a que el déficit se situará entre el 2 y el 2,5 % del PIB, el doble de lo que se comprometió Mariano Rajoy. Consciente de que las cuentas no cuadran, ahora pretende negociar una «flexibilización» -todo un eufemismo- del objetivo pactado con la Comisión Europea. Y lo quiere hacer antes de presentar en el Congreso los nuevos Presupuestos para 2020, no sea que Bruselas le afee la conducta.

Asegura Carlos Cuesta en OKdiario este 15 de enero de 2020, que Sánchez reconocerá que el objetivo de cerrar 2019 con un déficit del 1,3% se le ha ido de las manos.

Ya fue la ministra de Economía, Nadie Calviño, la que aseguró que Bruselas permitiría que se fuera al 1,8%, pero ese tope también se ha superado de largo.

Desde el Gobierno se habla ya de más de un 2% y fuentes conocedoras de la negociación que se pretende abrir en Europa reconocen que el permiso que se va a pedir se acerca más al 2,5% que al 2%. Es decir: un descontrol del déficit que recuerda y mucho las peores épocas del Gobierno de Zapatero.

Cabe recordar que el Gobierno de Rajoy se comprometió con Bruselas a bajar el déficit hasta el 1,3% del PIB para 2019 y, además, al 0,5% en 2020. Iba por la buena senda  hasta que se cruzó con Sánchez en el camino y la situación se empezó a torcer. El Gobierno ya asume que en este ejercicio no podrá recortarlo hasta más de un 1,1%, y ante la UE pretenden negociar margen para acercarse al 1,5%, es decir, para triplicar el objetivo pactado por Rajoy.

Sánchez pretende cuadrar el círculo: aparentar lealtad con los compromisos adquiridos con Europa y, al tiempo, cumplir con lo que sus socios le exijan en materia de gasto público.

Un imposible metafísico para mantenerse en La Moncloa a toda costa. La historia se repite: el socialismo toma las riendas del poder (esta vez junto a los comunistas) y las cuentas públicas se descuadran a velocidad de vértigo. Luego, ya se sabe: habrá de ser el centro derecha el que arregle el desaguisado.

Les llamarán austericidas, la izquierda inflamará las calles y vuelta a empezar. La historia interminable.

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