Francisco Iglesias Carreño: «Estrategias frente a la España poblada»

Francisco Iglesias Carreño: "Estrategias frente a la España poblada"

A veces sucede que una vez que, después del preambular y fijador diagnóstico, se desentraña las componentes de un situación/temática/tramoya que referenciamos objetivadamente de observable, y en aras de buscarle acomodo/solución/encaje, lo más pausible para tratar el asunto, no solo no estriba en ir hacia el solucionario próximo/cercano/aledaño y sí, y por el contrario, estructurar las vectorizaciones del modelo iniciático, por un expansivo desbordamiento masivo añadido, que nos informa, conduce y forma a la vez, ayudando sobremanera, con tal exageración, sobre pasos que detecta, posiciones que concreta y parcelaciones que cuantifica, en la dimensionalidad/ trazabilidad/secuenciación global de todo el proceso.

Tenemos en nuestros ambientes desde hace aproximadamente más de dos siglos, se dice pronto y se dice rápido, una problemática demográfica ubicada en toda España (aún Nación)-.- teselada en las quince regiones (bi)constitucionales del Estado Español-.- que ronda en relación a los cambios/fluctuaciones/acomodos de su base poblacional global y , a la vez y como añadido, la forma/modo /manera en que ello acontece, así como de la originalidad en que tal hecho se promueve, escenifica y tiene lugar. Todo ello sumido en unas prolijas y documentales series de datos estadísticos, experiencias sociológicas, enfoques políticos, disposiciones administrativas, tablas económicas y ensayos literarios.

Aunque desde hace apenas dos años, se nos han imbuido sobre las consideraciones poblaciones, en un orientación concreta (de la cual antes no se decía apenas y tampoco, y a mayores, se citaba en tales estimaciones), conviene no olvidar, y de ello va nuestro apunte, sobre lo que acontece, desde la ostensible evidencia, en las progresivas asimilaciones de las riadas y riadas de población sobrevenida sobre espacios saturados (incluso muy saturados), los encajes alambicarios de todo tipo provocados y así como la conformación en bondad, en un suponer dicho sea de paso, de la “obligada” estabilidad integral del producto final.

La biconstitucionalización española, en la suma de todas aquellas disposiciones, de muy diverso origen, que tratan de la prevalencia de los derechos de las personas, asienta sobre las teseladas quince regiones (igual de españolas), unos pronunciamientos y unas directrices que no se pueden soslayar, ya que, y de forma obvia, unen la persona humana(en cada individuo singularizado) y el hábitat contextualizado (y significado antropológicamente) de su ubicación grupal, haciéndolo ya -.- tras el parisino “lavado de imagen” del 10-12-1948 y la previa franciscana del 26-6-1945-.- a unos niveles, diferentes, y muy distintos, y con unas categorizaciones ya de rango universal, que son redundantes desde la CE´1931 a la CE´1978.

Las “estrategias frente a la España poblada”, tienen que suponer todo un racimo de intenciones prácticas, de actuación diaria, de referenciabilidad del BOE, que haga efectivo y creíble, a toda la ciudadanía española, el texto constitucional vigente, donde la expresión “igualdad” lo enseñorea todo, desde: (1º) la igualdad de todos los individuos, (2º) a la igualdad de las regiones y (3º) la también igualdad de los pueblos regionales. Son esas estrategias las que implican que los derechos constitucionales que son inherentes a la igualdad constitucional [y que son el añadido en la CE´1978 desde 1945/1948, respecto a las entonces quince teselas regionales de la CE´1931], están siendo ejercidos y a plenitud.

Si las “estrategias frente a la España poblada” hubieran funcionado, por aplicación instrumental, desde el momento constituyente del 6-12-1978 en la España Nación -.- por el mero “seguimiento constituyente” de los sucesivas anuales Leyes de los Presupuestos Generales del Estado -.- que tienen forma y fondo imperativo -.- ya que obligan al equilibrio solidario y convergente de las quince teselas regionales-.-, no nos encontraríamos ahora con amplios espacios físicos sin apenas gente, no existirían rotos urbanos, lo rural estaría positivizado, no habrían periclitado las tradiciones, posibilitado innecesarios éxodos juveniles o desestructurado familias por los cuatro puntos cardinales.

Hacer la CE´1978 era una cosa, anhelada y esperada, con aquellas quince teselas preconstituyentes (y la expresión “igualdad” de continuo runruneo en todos los ámbitos y ambientes), pero al hacerla, esta tenía en sí misma, gustase o no, una letra y una música de acompañamiento-.-el de “igualdad constitucional”-.-, que tenía que ser efectiva al pie del día 29-12-1978. Aquellos movimientos poblacionales masivos de la autarquía y de los instantes prerepublicanos desde el 98, en alineamiento hacia señalados y muy concretos lugares, no se podían seguir repitiendo. Sabido es que, aunque suponían desplazamientos de los individuos, dada su intencionada estimulación, no se ajustaban, en forma y fondo, a los derechos humanos individuales y grupales de los ciudadanos españoles.

Cuando no se establecen las “estrategias frente a la España poblada”, tanto por el mantenimiento de los autarquísmos previos como por la aparición de nuevos lobby´s -.- en algún momento se escribirá sobre los lobby´s transicionales -.-, se corre el serio peligro de tener que, y sobre la marcha, sacarse improvisaciones que remienden la debacle planteada, si ello fuera posible, así como las situaciones que se hayan originado y que, dada la índole de la temática, son de difícil realización, ya que todo esbozo de coyunturalidad, con su alargamiento en el tiempo, se transforma previsible e inexorablemente en un coadyuvante declinante.
Todas y cada una de las “estrategias frente a la España poblada”, por arduas e intrincadas que se presentes y parezcan, deben ser promovidas/proyectadas/ realizadas, en todo caso, con la Constitución Española (del 6-12-1978) en la mano y en la aceptación, y por ende universalización al unísono, de la solidaridad convergente de todas y cada una de las quince teselas regionales (que son igual de españolas). El runruneo de la igualdad, de la “igualdad constitucional”, debe seguir. Y ello no solo para los que estamos aún aquí, también para que todos los de fuera (no olvidemos que formamos parte de la Unión Europea), de fuera de España, sepan, y lo sepan con certeza, que eso, lo de la “igualdad constitucional”, aquí es totalmente operativa y reza a todos los niveles y situaciones, navegando por todos los ambientes, con todas las consideraciones que sean de rigor e introduciéndose en todos los habitáculos y espacios.

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