Las estrategias competitivas ocupan un lugar privilegiado dentro del conjunto de estrategias empresariales y de negocio. ¿La razón? Tienen como objetivo mejorar la posición de una empresa con respecto al resto de la competencia, generando ventas y beneficios.
Este tipo de estrategia permite a una organización producir o vender bienes de forma más efectiva que otra. De allí que los empresarios siempre intentan desarrollar estrategias competitivas que les ayuden a mantener esa ventaja.
Sin embargo, hay que tener presente que estas estrategias consideran a la empresa como un todo, por lo que su aplicación suele decidir su destino.
Un elemento que puede mejorar la estrategia competitiva de cualquier empresa es la creación de un valor añadido concreto, el cual contribuirá a alcanzar el éxito en comparación con las otras empresas.
En este sentido, recordemos lo señalado por el investigador Michael E. Porter, quien ha identificado cuatro tipos de estrategias competitivas:
-Diferenciación: Las empresas que eligen utilizar la de diferenciación, ofrecen a sus clientes productos o servicios únicos. Para desarrollarlos frecuentemente realizan fuertes inversiones.
-Líder de costos: Las empresas compran productos a muy bajo precio a diferentes vendedores, les añaden un margen mínimo y mantienen un precio de venta final muy barato. La idea es ser el proveedor más barato de un bien o servicio.
-Estrategia de enfoque: Es similar a la estrategia de líder de costes, exceptuando que el foco se hace en un nicho de mercado concreto.
-Diferenciación de bajo costo: Al igual que la estrategia de enfoque de bajo costo, se centra en un subconjunto específico del mercado.
Sin embargo, en lugar de comercializar un producto o servicio como el más barato, se concentrar en un segmento de mercado muy estrecho.
De manera que establecer las estrategias competitivas es fundamental para que una empresa pueda adaptarse a los cambios frecuentes del mercado, a las necesidades los clientes y alcance de los objetivos propuestos.
Es recomendable que cuente con un estudio pormenorizado que le permita comprender exactamente en qué posición se sitúa con respecto a la competencia y establecer una serie de estrategias competitivas efectivas para mejorar en el mercado.
Además, es importante que la empresa identifique sus puntos fuertes y débiles de, así como los de la competencia, porque eso ayudará a tener una visión más concreta y profundizar en la línea que debes seguir.
