Gracias a las matemáticas sabemos que todos los Ministros de Sanchez, el máximo comun divisor de los españoles, tienen un denominador común y un mínimo común múltiplo. Haber sido elegidos por su mediocridad.
Por eso tras el éxito de «Quien quiere ser millonario» llega «Mentir y ganar» el último concurso para Ministros que aun no han mentido y que gracias a las matemáticas se cuentan con los dedos de los pies.
El primer eliminado fue Ábalos porque el presidente no podia mancharse las manos ni cargar con las maletas, asi que le entregó a Pilatos porque estaba Maduro.
El señor cogió a unos pastores y los hizo apóstoles; a otros, profetas; y luego hizo el milagro de convertir en ministros a cajeras y maestros desocupados, para perfeccionarlos en la obra del ministerio, para la edificación del Gobierno, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe.
Luego quedó eliminado del concurso Marlaska, el ministro del interior, con lo de que el Gobierno no conocia del viaje previamente, algo imposible. Y despues de visperas y maitines Maria Auxiliadora de Exteriores, milagro de Nuestra Sra, con su enfadada aparición.
Todo mientras los «progresistas» cambian la historia sagrada para meter de apóstola a «la Choniportavoz» despues de haber dejado Andalucia en cueros.
Todo obra de su Amo y Señor, que hizo a unos pastores ministros, a otros profetas y se reune en la mesa con «maestros» golpistas de Esquerra republicana, hasta que alguien le niegue tres veces y un Judas le entregue.
Queda por mentirnos el astronauta sin gravedad y Margarita Robles, que fue mucho más mala de lo que es hoy, que se pone de perfil porque sabe lo que se avecina. Y el Conserje, que es muy discreto.
Pero lo peor es que sabemos, gracias a las matemáticas, a las salas de billar que propiciaron este gobierno de carambola y, sobre todo, a la que se avecina, que Pedro Sanchez es el máximo común divisor de este pais, los ministros el mínimo común múltiplo, y que en todo esto hay un denominador común. Todos han sido escogidos por su mediocridad.
