Cayetana «la única», Cayetana de España, envidia de perroflautas que odian el mérito y todo lo egregio, lo que viene de Oxford y no de sus manipuladas asambleas, ha alzado la voz contra la Tiranía de los medios.
Sin embargo, su valentía y su arrojo no ha encontrado apoyo alguno entre los diputados de ningún grupo, ni siquiera el suyo, esclavos de sus partidos, al denunciar a la Sexta y su labor de adoctrinamiento, su periodismo de mármol y su labor de correa de transmisión política.
La necesidad hace a muchos profesionales acudir lógicamente al que paga, que a su vez quiere lavar su imagen utilizándolos para aparentar una supuesta diversidad ideológica que evidentemente no es tal.
Da grima y da dolor escuchar los master de parcialidad y falta de objetividad de algunos medios y su pretensión de considerar imbécil a su audiencia, audiencia que a la búsqueda de espectáculos se confunde de payasos y no acierta con el canal.
Las televisiones emplean la alarma social del bichoso virus para recaudar y la increible alarma social que están multiplicando innecesariamente con los daños y perjuicios cuya reclamación llegará por sus excesos frente a la actuación irresponsable e indiscriminada de autoridades y televisiones.
¡Qué interés público tiene la noticia de un cliente al que se le hace un análisis en un hotel de prestigio
y se le conduce al hospital sin que se informe en esa misma emisión que se haya considerado necesaria la cuarentena ni ninguna otra medida y la televisión de marras lo presenta con trompetas como última hora. El daño económico puede ser incalculable y en algunos casos irreversible.
Si la información de esos casos esporádicos no proporciona valor de seguridad alguno al interés general y el único valor de la información es la alarma y su correlato de reclamo de atención y ganancia publicitaria, deberian evitarse los incalculables daños que puede sufrir una empresa de cualquier tipo.
Un caso anunciado simplemente por un análisis, o como positivo luego no confirmado, puede acabar con una empresa en dias y eso es algo gravísimo. ¿Es necesaria esa alarma diaria televisada retransmitida con voz apasionada de espectáculo de final de champions ?