Efrén Díaz Casal: «Enésima amonestación a la prelatura española por vulnerar la ley»

Efrén Díaz Casal: "Enésima amonestación a la prelatura española por vulnerar la ley"

Sres. prelados.

Mi condición de español y cristiano me obliga muy a mi pesar a dirigirles estas nuevas líneas una vez más con un respeto al prójimo no correspondido, sin omitir la verdad y con la sola intención de defender la fe y la ley.

El día de la fecha, Domingo de Pascua de resurrección, día de alegría para los cristianos por la conmemoración de la resurrección de Cristo, lo han convertido Vds en día de lamento por la interrupción policial del Oficio de Viernes Santo en la catedral de Granada y el desalojo de los fieles participantes bajo amenaza de detención, en cumplimiento de lo dispuesto en el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, según informan los medios de comunicación.

Convendrán Vds conmigo en que la actuación de Monseñor Francisco Javier Martínez Hernández, arzobispo de Granada, es idéntica a la del resto de la prelatura, incluido él mismo, en la tramitación de actos religiosos en la vía pública solicitando autorización al respectivo ayuntamiento con la consiguiente vulneración  de la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, que dispone que “la celebración de reuniones en lugares de tránsito público y de manifestaciones deberán ser comunicadas por escrito a la autoridad gubernativa (delegados o subdelegados del Gobierno) correspondiente por los organizadores o promotores de aquéllas”.

Desde hace 3 años estoy reiterando a Vds, hasta ahora en vano, que deben tramitar los actos religiosos en la vía pública de acuerdo con  lo establecido por la precitada Ley Orgánica 9/1983, recibiendo respuestas como la del arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Barrio quien a través de su Canciller Secretario D. Elisardo Temperán Villaverde, me comunicó que ya se me había respondido con el silencio del resto de la prelatura, o la del arzobispo de Oviedo quien a través de su secretario D. Manuel Alonso me comunicó que siempre habían “solicitado autorización al ayuntamiento” y que como no habían tenido nunca ningún problema, iban a continuar en la misma línea.

No menos digno de mención resulta el dudoso ejemplo de Monseñor Pérez González, Arzobispo de Pamplona, y el de Monseñor Escribano Subías, Obispo de Calahorra y la Calzada-Logroño, que hace varios meses me aseguraron su intervención a fin de que la Iglesia Española acatase la Ley Orgánica 9/1983 en la tramitación de actos religiosos en la vía pública, gestión que, o han realizado sin resultado satisfactorio, o no han cumplido faltando a su palabra: en cualquier caso, la buena crianza exige dar una respuesta en un plazo prudencial que ha expirado con creces.

No me es posible silenciar que no se me alcanza ninguna razón, ni Vds la han manifestado quizás porque no existe o porque resulta inconfesable para comprender su ejecutoria: todo ciudadano honrado y civilizado cuya racionalidad no le sitúe por encima de la ley, la acata, y si no está de acuerdo con ella solicita su modificación o su derogación a las instancias pertinentes.

Parece que el trato que la autoridad gubernativa ha dispensado a uno de Vds es el único idioma que demuestran entender y que invita a reiterarles el mismo tratamiento a fin de que respeten la ley.

Las anteriores conductas solo les desprestigian a Vds, resultando tan impropias de su condición eclesiástica como alejadas de la cordura, educación y civismo, induciendo a todo menos a la fe además de revelar una notable ignorancia o amnesia de nuestra reciente historia de la década de los 30 del pasado siglo, con la diferencia de, por merecimientos propios, sumar a los adictos de hoy los adversarios de ayer.

Sinceramente, su lamentable y contumaz ejecutoria transgresora de la ley no tiene cabida, no ya en la Iglesia sino en una sociedad civilizada y respetuosa con la ley y el orden, por lo que sugiero a Vds que rectifiquen a la mayor brevedad posible so pena de quedarse solos en esa extraña iglesia de su invención que los cristianos no acertamos a identificar, que añoramos y siempre hemos respetado.

Desde la fe en Cristo,

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído