Victor Entrialgo De Castro: «Una gestión desastrosa»

Victor Entrialgo De Castro: "Una gestión desastrosa"

Si después de un mes no sabemos cuantos personas han muerto,
ni hay mascarillas, ni respiradores, ni tests ¿qué coño ha estado haciendo el gobierno todo este tiempo?

No hay aún nada de lo necesario para proteger a la población pero, eso sí, ya ha habido restricción de libertades constitucionales, de expresión, de la propiedad privada, y sobre todo, tiempo para repartir los regalos. Quince mil millones de euros para que algunos medios de comunicación traten bien al gobierno, algo aberrante en medio de un estado de alarma. Sólo esta sucia estrategia debería bastar para tumbarlo.

Luego vienen dicen las ayudas del gobierno o europeas que no van a acabar en muchos casos en manos de los autónomos que caerán más que en Vietnam y ya les han dicho de momento que para el mes que viene, sino en manos de los cuñaos, de los amigos y simpatizantes del partido, de los grupos que se crean para recibir este tipo de subvenciones, como las asociaciones feminazis que contribuyeron de modo entusiasta a la propagación del virus, esas consultorías desconocidas cuyas puertas nunca nadie ha visto abiertas y esos directivos con los que nunca nadie ha subido en el ascensor, despachos y agrupaciones afines a “los partidos” en el Gobierno, porque son dos, que jamás han hecho nada objetivable y mas bien poco subjetivable.

Dineros y fondos de los que jamás volveremos a saber, porque no lo explican con detalle al pueblo en el parlamento, lo que debiera ser un imperativo categórico, pese a esas cosas tan rimbombantes como la ley de trasparencia y todas esas memeces administrativas que se inventan los burócratas en situaciones de urgencia, que luego utilizan en su favor y de las que no volvemos a saber más que cuando pasado un tiempo nos toca pagarlas al liquidar tasas, impuestos o exacciones parafiscales.

Sobre éste particular y para los intermediarios sin escrúpulos que en esta circunstancia especulan para hacerse millonarios con los bienes escasos, igual que quienes se sirven para ello de una ONG, la pena menor debiera ser la Prisión permanente revisable.

Mientras el Gobierno utiliza a la policia para repartir mascarillas al tuntún, el vicecoletas se pega por seguir ganándole terreno al Tontorolo que ha permitido todo esto desde que llevó a cabo el golpe de estado continuo en curso para hacerse a toda costa con el poder.

Desde entonces Pedro Sanchez lleva poniendo en riesgo la estabilidad interior y exterior del Estado permitiendo los chantajes de separatistas y comunistas de acuerdo con la agenda de São Paulo, deteriorando la imagen de España hasta extremos insospechados y reproduciendo errores históricos de hace medio siglo abriendo como entonces el flanco sur de Europa al rancio populismo bolivariano que los financió y a la Rusia de Putin. El Presidente tendrá que responder ante la historia si no ante los jueces, por todo esto.

Entre tanto los ministros son como los cargadores y enchufes de los que uno echa mano cuando se queda sin batería, que ninguno sirve. Será por su condición de enchufe y haber sido elegido por razones espurias. De cuotas fundamentalmente.

Lo que aprovecha este vicepresidente de familia numerosa para tratar de apuntarse el tanto y ganar por la mano al Ministro pánfilo de Seguridad social, para repartir billetes desde el escenario como Calígula con su caballa “Incitatus” para que la gente se tire a recogerlos, los considere divinos, e incitar así al voto cuando cuadre.

Por último/última, cada “coñazo-comparecencia” la ministra Farruquita subida en sus zapatos de tacón vuelve a explicar a gritos, cosa difícil y peligrosa para el virus por los esputos, qué es lo que el Gobierno no ha hecho en todo este mes mientras no llegaba nada, pero disfrazado todo con traje protector, gafas de moda que compró cuando la nombraron portavoz y máscara protectora muy dura.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído