Javier de Lucas: «Sánchez e Iglesias: vanidad, narcisismo y megalomanía»

Javier de Lucas: "Sánchez e Iglesias: vanidad, narcisismo y megalomanía"

Cuando el tiempo nos va postergando en edades circunspectas nos parece que uno lo ha visto ya casi todo, hasta el extremo de sentirnos preservados de acontecimientos extraordinarios. Sin embargo, aun siendo verdad ese parecer, nunca deja de haber sobresaltos que alteren la tranquilidad de una vida más distendida. Bien, pues a la vista del curso que va tomando el día a día año tras año, concretamente desde hace diez, resulta imposible no sacar los pies de las alforjas ni mantenernos en reacciones morigeradas. Todo tiene un límite.

El vaso del desasosiego está más que rebosado. Y resulta repugnante ver cómo la represión, sí, de estas “alforjas” a modo de apea con las que pretenden manearnos impidiéndonos seguir caminando en libertad democrática. Si es repugnante esto, no lo es menos ese buenismo y equidistancia insidiosos de los pusilánimes que tanto daño están haciendo a nuestro Sistema de libertades. Las cosas son como son, sin ambages ni medias tintas ni interpretaciones diversas, sin leyes confusas ni injustas, sin verdades a medias ni mentiras abiertamente ultrajantes.

Nuestra democracia ha criado una herrumbre por exceso de confianza, y es que todo necesita atención y mantenimiento, puesta al día y a punto; de lo contrario puede ocurrir que cualquier contingencia la paralice.
A la vista de los actores del panorama político y de la situación consiguiente, recurro a lo que describe Bertrand Russell en “La conquista de la felicidad”, referido a ciertos caracteres perversos y siniestros que, sin ser ajenos a la condición humana, resultan preocupantes cuando, por exceso, se encarnan en personajes poderosos. Viene a decir que afrontar sufrimientos externos, es decir, los que depara la vida comunitaria y social de cualquier ciudadano, aun siendo dolorosos, no destruyen la calidad de la vida de los individuos. Y que, por el contrario, el disgusto con uno mismo conduce a una paranoia introspectiva, porque mirar sólo hacia sí mismo y para sí mismo arrastra a un solipsismo malsano, egoísta egotista y egocentrista.

Bertrand Russell distingue tres tipos en esta alteración de la conducta: el pecador (no se refiere a connotaciones religiosas), el narcisista y el megalómano. Para los tres sólo hay una obsesión, vivir absortos mirando sólo hacia su interior. El pecador, por estar en permanente contradicción con él mismo. El narcisista, porque padece de tal vanidad que le lleva a un deseo vehemente de ser adorado y admirado. El megalómano, porque prefiere ser poderoso a ser simpático, y procura ser temido más que amado. Es cierto que a todos nos resultan familiares estas conductas en algún momento, son necesarias para la conservación y la conquista; pero es el exceso y el abuso lo que las hace patológicas y destructivas. Nada en exceso, rezaba uno de los preceptos escritos en el oráculo de Delfos.

Todo lo antedicho parece el perfil de la personalidad de los responsables del gobierno actual: Sánchez e Iglesias, o Iglesias y Sánchez. Como prefieran.

Uds., Srs. Dos, para empezar, parece que llevan a gala hasta el empacho los tres caracteres perfectamente marcados, y se han autodefinido con alias con los que se sienten francamente encantados de haberse conocido. El uno, Pedro el Guapo, y el otro, el Macho Alfa. Miren Uds. …, tener un vicepresidente que se jacta de Macho Alfa, y un presidente que gusta de ser Pedro el Guapo… ¡De pena! Y claro, es que todo les cuadra: ambición de poder, vanidad, narcisismo, megalomanía… No ha habido nunca en España dos gobernantes como Uds., y es que no ha habido nunca en España un gobernante que haya respetado menos a la ciudadanía representada legal, legítima y constitucionalmente en nuestro Parlamento. Su talante despreciativo, sin tan siquiera mirar a quien les dirige sus palabras, mofándose cuando no injuriando y ofendiendo a sus oponentes, devolviendo mentiras o silencios como respuestas cuando se les pide explicaciones de su gestión, no atendiendo a razones cuando les han tendido la mano a la hora de unir fuerzas, y devolviéndoles la maniobra injuriosa a la vista de toda España… Solo quieren y admiten el sí y sólo sí y amén a todo cuanto hacen (deshacen, o mejor destrozan), cuando Uds. eran oposición era sólo no es no, para todo…

Uds., han adoptado un discurso de bondad farisaica, una falsa humildad vomitiva, una proximidad que más tiene que ver con estrellas mediáticas que con servidores públicos. Se arrogan todo de lo que menos tienen: la cultura, el espíritu democrático, la proximidad ante la ciudadanía, el hacer más que nadie por España… Es curioso, término que casi siempre sustituyen por país, sin más. A la bandera ni nombrarla, no les inspira nada, el himno… una estupidez, pegar a un policía… eso mola, vivir en Vallecas… un honor, defender a las mujeres…, siempre, aunque de vez en cuando las azotaría hasta sangrar… Hablar de lumpen en nuestra sociedad, aseguraría que no lo ha hecho nadie en España desde 1917. Perece que de pronto hablan de corazón, pausadamente, hablan de que la oposición no respeta la “su” Constitución, ni que respetan “su” patria, la que Uds. defienden como unidad, hablan de suerte por tener un jardín… frente a los que se quedaron en el Vallecas que Ud. nunca iba a abandonar… Y todo con ese tono de perdonavidas, eso sí, sin contestar a nada. Todo cuando dicen y hablan es sobre lo maravillosos que son… Esa verbodiarrea que padecen, llena de ampulosas palabras que ni se sabe de dónde las sacan, esos discursos fecales repletos de mentiras y palabras vacías, de engaños y ofensas… Cualquiera que les lleve la contraria o piense de otra forma, dentro del marco de la Constitución es un fascista, además de un inductor al odio. Pues miren Uds., el amor y el odio son dos afectos y pasiones humanas tan nobles la una como la otra, y ninguna de ellas es gratuita; cada cual es libre de amar u odiar a quien lo merezca, porque se ama lo amable y se desprecia lo despreciable. Uds. sabrán por lo que quieren ser recordados y de lo que quieren ser acreedores. En fin…

Yo me pregunto muchas veces, lo mismo que millones de españoles, cómo es posible que una democracia no disponga de medios para defenderse de, como dice Bertrand Russell, lunáticos así, metidos a políticos. Están dando un golpe de Estado desde dentro de las instituciones, desde sus escaños todos los días y ¿¡no hay medio de parar esto?!…Uds. quieren mandar, sea como sea, no gobernar. Y así, lo que hace uno lo aprueba el otro, y si lo propone el otro lo aprueba uno. Eso sí, tras aparentar que son oposición vigilante el uno del otro, pero al final van dando pasos engañando a todos los españoles con su juego del escondite inglés.

Lo del jardín, es una obscenidad, más aún dado el momento trágico, espeluznante, por el que estamos pasando, ¡y lo que está por venir!; ¿pero es que a Ud. no se le cae la cara de vergüenza?, ¿es que Ud. no tiene piedad?, sin embargo, presume de empatía, cuando ni sabe lo que es eso. Mire, estoy seguro de que Ud., con todo lo Macho Alfa (quizá alfalfa) que presume, no tendría huevos para repetir eso en su casa de Vallecas, sin su cuerpo de guardia en la puerta y sin escolta. Ese es el respeto que le merecen a Ud. sus antiguos vecinos de fatigas, si es que Ud. las ha pasado alguna vez.

Nadie les va a perdonar nunca donde nos han llevado, en cuyo momento crucial, éste, siguen matándose entre los dos por ver quién manda más que el otro y quien se hace con el poder para dominar a diestro y siniestro. No olviden que lo mas miserable para un gobernante es detentar el Poder, es decir, tener el poder sin haber sido elegido por la ciudadanía; en todo caso también lo ostentan como si fuera un trofeo de caza, pero no son capaces de sustentarlo, soportarlo como se soporta el peso de la responsabilidad de ser ante todo el primer servidor público.

El clamor de las decenas de miles de víctimas mortales que van a dejar Uds. como rastro de su paso, con la monomanía y el afán de imponer su pensamiento como único sin media, además de lo que está por venir, que es pavoroso, pesará sobre sus conciencias, si es que la tienen. Pero, no se irán impunes de todo esto, y pasarán a la historia como lo que son, unos dictadores traidores a España, a la Constitución y a todos los españoles. Uds. abrieron la caja de Pandora el día que hicieron un gobierno ingobernable con material de derribo, pisoteando la Carta Magna y con la mente en la república en el mismo momento que juraban o prometían lealtad a Aquélla. ¡¡Traidores!! ¡¡Falsos!! Uds. no tienen ni dignidad ni honor… Y aquí nos encontramos, con la peste, la muerte y la miseria que Uds. han liberado de la caja de Pandora, y han dejado encerrada nuestra esperanza. Pero no se confíen, porque la esperanza también habita el corazón de los hombres benevolentes, esto quizá lo ignoraba Epimeteo. Con ella, aun con las lágrimas que nos dejan, se puede con todo, hasta con Uds. En su caso, piérdanla.

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