«Tiempos de pandemia y Leyenda Negra. ¿Por qué España sigue alimentándola?»

"Tiempos de pandemia y Leyenda Negra. ¿Por qué España sigue alimentándola?"

Entre 1918 y 1920 murieron más de cuarenta millones de personas en el mundo por una pandemia que se inició en la base militar de Fort Riley (Kansas, EE.UU) el 4 de marzo de 1918, aunque otras investigaciones señalan que empezó en Francia en 1916 o en China, en la provincia de Shanxi, en 1917. Un siglo después no se sabe a ciencia cierta el origen de esa epidemia que, como el actual Covid-19, no entendía de fronteras ni de clases sociales.

Tras registrarse los primeros casos en Europa, la pandemia pasó de Francia a España, un país neutral en la I Guerra Mundial, que, a diferencia de los enfrentados en el conflicto bélico, no censuró la publicación de los informes ni sus consecuencias. Este proceder: ser la única nación seria que se hizo eco del problema, y la maliciosa contribución del corresponsal de The Times en Madrid, que, el 2 de junio la bautizó en su crónica como gripe española, se extendió por el resto del mundo en ese verano de 1918, aumentando la maligna propaganda el Journal of the American Medical Association, que dedicó su número de agosto a la Spanish influenza. Como siempre, los sajones ayudando. Y con ese sambenito nos hemos quedado para la Historia, además de con 8 millones de infectados y 300.000 muertos que, según las estadísticas de entonces, causó a España el dichoso virus sajón, un brote de influenza virus A, del subtipo H1N1, ahora lo sabemos, que, a diferencia de otros bacilos que afectan básicamente a niños y ancianos esta vez golpeó a jóvenes y adultos de entre 20 y 40 años, una franja de edad que, acaso, no estuvo expuesta al microbio durante su infancia y carecía de inmunidad natural.

Los primeros en dar noticia de ese flagelo, según la investigadora Sandra Pulido, fueron los periódicos españoles, que informaron de una enfermedad que estaba matando a la población. En el resto de Europa y a ambos lados del frente de batalla censuraron toda información sobre la infección para no desmoralizar a las tropas ni mostrar debilidad ante el enemigo, con lo cual sólo se convirtió en noticia en los países neutrales. En un primer momento la prensa en España la bautizó con nombres como “soldado de Nápoles” y “enfermedad de moda”, pero llegó el corresponsal inglés con su altavoz y nos condecoró para siempre. La coalición anglo-holandesa alimentando la Leyenda Negra: gripe española.

Bueno, pues la pandemia china, sí china porque el paciente cero del coronavirus Covid-19, según investigación contrastada del Washington Post, fue un empleado del laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, que se contagio durante un programa de investigación viral chino realizado en ese centro, lleva camino de que se termine llamando española gracias a las maniobras de la dictadura china por endosarle el apellido a otro país y a la estulticia de varios políticos y de la mayoría de los medios de comunicación españoles, empeñados en señalar que España tiene el mayor índice de muertos por millón de habitantes, aunque la manera de contabilizarlos varíe de país en país. Aquí queremos incluir como fallecidos por coronavirus a todos aquellos que superen la cifra de fallecidos del mismo mes del año anterior, mientras que en Francia contabilizan únicamente a quienes hayan dado positivo, en Alemania y Austria hacen otro tanto, en el Reino Unido a quienes han dado positivo y muerto en el hospital, y en Holanda excluyen a todas las personas mayores que mueren en sus domicilios porque el Gobierno se niega a hospitalizarlas, además de no realizar pruebas a los hospitalizados con síntomas y de no ingresar a las personas con indicios leves, que deben permanecer en sus casas sin informar al hospital, salvo que empeoren.

Mientras China, con 1.400 millones de habitantes, dice que ha tenido 3.335 muertos, nosotros sacamos pecho y con 47 millones de convivientes difundimos a los cuatro vientos y con los cuatro jinetes del Apocalipsis que somos los campeones mundiales!, con 314 muertos por millón. ¿Es verdad? Pues no porque las cifras verdaderas y el total global no se sabrán nunca, ya que las suministran cada país y cada país las contabiliza y utiliza como le interesa y pensando en el hoy y en el mañana, en la Historia. Y a nosotros nunca nos ha importado la Historia ni cómo nos vean en ella.

Hasta que equipos internacionales independientes no tengan libertad para investigar dónde y cómo se produjo el brote, cómo se extendió y cómo respondió a él y lo contabilizó cada país, saber la verdad será una quimera. China seguirá siendo la primera en impedirlo, vetando incluso los estudios de sus científicos sobre el virus, y para cuando se sepa con fiabilidad, si es que llega ese día, la Historia ya estará escrita y enseñada porque se nos olvida muy pronto que China genera de forma recurrente pandemias que nos aterrorizan: H2N2, H3N2, H5N1o gripe aviar, H7N9, SARS, H1N1 y Covid-19. ¿Y seguimos confiando y dependiendo de ella? Pero qué narcótico nos suministra para que continúe teniendo prestigio aunque esconda esas pandemias a la opinión pública por razones de política internacional.

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Autor

Jorge del Corral

Hijo, hermano y padre de periodistas, estudió periodismo en la Escuela Oficial de Madrid. Ha trabajado en cabeceras destacadas como ABC y Ya. Fue uno de los fundadores de Antena 3 TV. Miembro fundador de la Asociación de Periodistas Europeos (APE) y del Grupo Crónica, creador de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión (ATV) y fundador de la Unión de Televisiones Comerciales (UTECA). Un histórico de la agencia EFE, donde fue subdirector y corresponsal en Roma.

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