La órden que se dio a los altos mandos de la Benemérita fue recopilar los 'bulos' que generan 'desafección' hacia las 'instituciones' del Gobierno

Fernando Grande-Marlaska: ‘Degenerando, degenerando’

El 'ministro felpudo' completa con cinco meses de retraso la equiparación salarial en pleno cisma con la Guardia Civil

Fernando Grande-Marlaska: 'Degenerando, degenerando'
Fernando Grande-Marlaska. PD

Viene al pelo, en estos trágicos tiempos del coronavirus que nos han pillado con el peor Gobierno posible, la anécdota de Juan Belmonte sobre la meteórica carrera de uno de sus banderilleros, Joaquín Miranda, quien, tras acabar la Guerra del 36, se metió en política y, en escaso tiempo, llegó a gobernador civil de Huelva.

Cuentan que el Pasmo de Triana acudió a un festival benéfico montado por su antiguo rehiletero y que un amigo, extrañado ante el inusitado y rapidísimo ascenso político de Miranda, le preguntó: «Don Juan, ¿es verdad que este señor ha sido banderillero suyo?».

Belmonte contestó con un lacónico «sí», a lo que su interlocutor insistió: «¿Y cómo se puede llegar de banderillero a gobernador tan rápido?».

Y el genio taurino, que era tartaja, respondió: «¿Pues cómo va a ser? Degenerando, degenerando».

También tartamudeó Fernando Grande-Marlaska en El Objetivo de LaSexta, este 20 de abril de 2020, lo que no impidió al ministro del Interior de Sánchez repetir como una letanía que fue un lapsus eso de que el Servicio de Información de la Guardia Civil trabaja para «minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno», que soltó el general Santiago en la rueda de prensa de La Moncloa.

Balbuciente y aturullado, Grande-Marlaska afeó anoche a PPVOX y Cs que utilicen las declaraciones ‘erróneas‘ del general de la Benemérita, para hacerle a él rendir cuentas en el Congreso de los Diputados, de algo que tiene todas las trazas de ser tan anticonstitucional como delictivo.

El ministro del Interior, que fue un juez notable, se ha convertido en una caricatura.

Llegó a decir este lunes, mientras Ana Pastor ponía cara escéptica sin entrar a rematarlo, que «la libertad de expresión es un principio básico y forma parte del ADN de este Gobierno», obviando que se sienta a su lado en el Consejo de Ministros un tal Pablo Iglesias, que manda burofaxes amenazantes a medios como Periodista Digital y predica el cierre de los medios de comunicación privados y la ocupación total de los públicos.

Nos faltan datos para saber si, cuando se mira al espejo cada mañana y lo debe de hacer mucho, a Marlaska le dan arcadas.

Motivos tiene, porque se ha tragado entero el apaño con los proetarras de Bildu, el chalaneo con los golpistas catalanes, el pacto secreto para montar un Ministerio de la Verdad a partir de la Fiscalía y que Dolores Delgado, la titular de esta institución, se burlara de él llamándole ‘maricón’, en una comilona con el excomisario Villarejo, el exjuez Garzón y varios exjefes policiales.

Y ahora, aunque intente esconderse detrás del general Santiago y manipular cobardemente a la Guardia Civil para que le sirva de parapeto, se ha zampado entera la ilegalidad de intentar poner a la Benemérita al servicio de los mezquinos intereses políticos del Gobierno PSOE-Podemos.

No sólo usando a sus agentes como carteros electorales, haciéndoles repartir mascarillas en las estaciones de Metro, sino dando luz verde a lo que ha revelado el general Santiago.

El encargo de Marlaska a la Guardia Civil, en un meme de WhatsApp.

El pasado 16 de abril, una vez recibido el visto bueno de la ‘superioridad’, se remitió orden por escrito a los altos mandos de la Guardia Civil de pasar unas instrucciones a las comandancias, que dejan claro a qué se dedica el ministro Marlaska en su despacho.

Textualmente, como revela Okdiario, se ordena proceder a la “identificación, estudio y seguimiento en relación con la situación creada por el Covid-19 de campañas de desinformación, así como publicaciones desmintiendo bulos y fake news susceptibles de generación de estrés social y desafección a instituciones del Gobierno».

El titular de Interior aseguró que las palabras del general Santiago se debían a un ‘lapsus’.

Si Marlaska conocía la orden de la Guardia Civil, mintió al asegurar que fue un error, y si no la conocía deberá explicar como es posible que el Ejecutivo socialcomunista ordenase que la Benemérita recopilara este tipo de material.

Y más relevante que eso es la expresión ‘instituciones del Gobierno’, porque pone en evidencia que en el Gabinete PSOE-Podemos, como pasa en regimenes como el chavista y ocurría en ese infierno que eran la URSS y sus satélites, se comienza a confundir Estado y Gobierno.

No hay en una democracia ‘instituciones del Gobierno‘.

No se si Grande-Marlaska, que es un tipo con profunda formación jurídica y amplia trayectoria profesional, al igual que el general Santiago, se tragará también esta.

Aunque ya se sabe que ‘degenerando, degenerando’ se puede llegar a cualquier sitio en la España de Sánchez. Incluso a ministro.

ALFONSO ROJO

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Autor

Alfonso Rojo

Alfonso Rojo, director de Periodista Digital, abogado y periodista, trabajó como corresponsal de guerra durante más de tres décadas.

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