Que tenemos un gobierno radical está, a todas luces, claro para la gran mayoría de gente normal; puede que no para los borregos. Bien sabéis que los borregos son lo mismo que los fachas, pero del extremo opuesto y con mucha más violencia y fanatismo. Uno de los primeros objetivos asumidos por Pedro el falso fue el de lograr la división y el enfrentamiento entre estos dos grupos, para luego culpar de ello a los de la derecha.
Y ha sido una obsesión constante -pudimos comprobar su persistencia-, de nuestro presidente, la profanación de tumbas, sin ninguna justificación y sin otro apoyo más allá del que le aportaron las televisiones apesebradas. Ahora diseñan la forma de derribar símbolos representativos, como la propia Cruz del Valle de los Caídos, el monumento a la reconciliación. Ya han iniciado la acomodación de las mentes destrozando o demoliendo diversas cruces e imágenes en toda nuestra geografía. Hay que ir poco a poco y oteando las reacciones del pueblo. Y nosotros, como si no pasara nada, ya que te expones a las sanciones y amenazas del gobierno radical.
Y entre las tenaces obsesiones “sanchezstein” está la eliminación de la vida social del pueblo de todo aquello que esté dirigido al bien y la libertad de los españoles, además de la compra de todos los medios de comunicación importantes para controlarlos, y también de las instituciones más significativas; pero hay algo sustancial para ese perpetuarse en el poder al estilo de los peores sátrapas del planeta: la enseñanza. Mas “poco a poco” para que no se note mucho. Hay que eliminar la enseñanza privada y concertada, en la que no les resulta fácil ideologizar las mentes infantiles, introducir las perversas leyes LGTBI por imposición y con fuertes sanciones si te resistes a ello; es más factible en la enseñanza pública.
Va siendo hora de que despertemos los que no somos borregos y que percibamos ese lento pero seguro avance hacia el mal del radical gobierno que tenemos, ya que la oposición tan “blandita” no está por la labor. Dios puede ayudarnos, pero tenemos que pedírselo.
