Estos días empieza un nuevo curso, pero no solo para los estudiantes, sino para todos. La actividad educativa comienza, y también la política, que llevaba cierto tiempo sino parada, si a un ritmo laxo que entendemos, pues nuestros abnegados políticos estaban disfrutando de sus merecidas vacaciones. Esperemos que se note su retorno a su trabajo, aunque mucho nos tememos que no sea así, aumentarán las peleas entre ellos, sus contradicciones, sus falsas promesas y ninguna medida sensata que saque al país de la situación en que se encuentra. En otras palabras “más de lo mismo”.
Un viejo dicho nos advierte que “lo que mal empieza mal acaba”. Nuestros gobernantes deben desconocerlo, o les da igual, mientras ellos puedan seguir con sus juegos.
Del tema de la pandemia vale más no hablar, seguimos luchando por conseguir el pódium del desastre, y como las prospectivas no cambien, no nos costará mucho trabajo lograrlo. A pesar de no saber el número de fallecidos, que todo indica es bastante superior al oficial, lo que lógicamente preocupa a la gente, el director del Centro de Alertas Sanitarias se despacha en una rueda de prensa diciendo que siguen al alza aunque con una previsión de estabilización; como ya conocemos sus previsiones, cualquier cosa puede ocurrir. Eso si, como es muy simpático dijo ”voy a meterme el dedo en la nariz”, cosa que ya hizo en otra ocasión como se pudo comprobar en un video que circuló por las redes. Señor director necesitamos gente seria y trabajadora, no graciosillos que nos demuestren su poca educación.
Según parece el desgobierno ya ha gastado sesenta mil millones más de euros de los que ha ingresado. ¡Premio! Consecuentemente ya habla abiertamente de lo hasta ahora era una sospecha, congelación o bajada de sueldos de empleados públicos, retoque de pensiones, etc. Sin embargo es curioso que de reducir el mastodóntico número de ministros, altos cargos, asesores, etc. y bajarles los sueldos y prebendas, ni palabra.
“Cum fraude” afirmó en el Senado que si no hay unos presupuestos para el próximo año, no se puede conseguir el nuevo fondo europeo. Se lo desmintió la Comisión Europea diciéndole que “la presentación y valoración de los planes presupuestarios, y de los planes de recuperación son dos procesos separados y distintos». En otras palabras, seguimos con mentiras.
Mientras tanto los morados siguen a lo suyo. La ministra de Igualdad (¿para quién?), que recientemente se negó a desvelar quiénes son sus asesores y cuanto cobran (dinero público), ahora obliga a las empresas a hacer públicos los sueldos de sus empleados. La transparencia para los demás.
El jefe morado está presionando para que el CIS realice una encuesta sobre la aceptación de la monarquía, pues en su opinión es un sistema anticuado y antidemocrático. Le recomendamos que se instruya un poco y comprobará que las monarquías europeas se encuentran entre los regímenes más democráticos del mundo.
Ahora están tratando de que se ilegalice cierto partido, los mismos que hace unos meses pidieron públicamente seguir el ejemplo de Lenin, uno de los mayores genocidas de la historia.
Una muestra de por donde van las cosas nos la dio “cum fraude” al lamentar profundamente, en el Senado, la muerte en la cárcel de un terrorista etarra. Nosotros también lamentamos la muerte de cualquier ser humano, pero indudablemente al que aquí nos referimos murió donde debía, en la cárcel.
Hemos empezado mal el curso, ¿cómo lo acabaremos? Eso solo nos lo desvelará el futuro, pero los indicios no son halagüeños.