O luchamos juntos desde nuestras circunstancias, o si esperamos a que éstas nos sean propicias corremos el riesgo de que empeoren, o incluso que sea ya tarde para hacer algo por nuestra dignidad.
Los españoles no parecen haber reparado en que sus libertades están en peligro. El nuevo libelo sobre la tergiversación histórica, la “Progrepedia”, y la obligatoriedad de recordar de una determinada manera, pone de manifiesto la urgencia de su defensa en el país en el que el Padre Mariana escribió sobre el tiranicidio para que el pueblo pudiera derrocar a los tiranos que se lo habían arrebatado, porque en ningún caso puede el gobernante considerarse propietario y señor de la vida de los ciudadanos.
Un país que se deja “desgobernar” por una pandilla de insolentes descerebrados que han llenado España de morgues improvisadas con más de 50.000 muertos, algunos sin identificar y muchos sin reconocerlos siquiera.
Un país que asiste estupefacto a que le administren pastillas para la Historia y a la profanación de tumbas por parte de unos vampiros empeñados en abrir heridas que estaban cerradas, y aprovechan para enterrar la verdad e inventarse una Memoria nueva, “otra Nueva normalidad”, cargándose la Monarquía constitucional y convirtiendo el valle de los Caídos, que para eso se construyó, en un parque temático en el que crear un nuevo régimen, un nuevo frente popular. Para los comunistas, rusos, chinos, cubanos, coreanos del norte, no existe el pasado, todo empieza con ellos.
Un Gobierno al que critica la prensa de Europa entera, incluso la de izquierdas, The Guardian, Le Monde, qué digo Europa, de medio mundo, The New York Times, The Washington Post, por la nefasta gestión de Sanchez y su comité de inexpertos y tontorolos que están afectando y complicándole la vida a todo el mundo, dentro y más allá de nuestras fronteras.
Un gobierno donde es vicepresidenta la Calvo, la de Cabra, una estudiada indocumentada e inculta, la de “el dinero público no es de nadie”, analfabeta funcional y ordinaria, a la que le gusta madrugar “para poder pasar más rato en el baño: allí leo el periódico, oigo la radio, oigo música y hablo por teléfono con alcaldes, en bragas”, “el español está lleno de anglicanismos”, la que confunde a Santo Tomás, el apóstol que metió el dedo en la llaga, con las llagas de nombrar a dedo y con Santo Tomás de Aquino, y la visionaria que, adelantándose a los astrónomos de la NASA y todos los tontólogos, ya había visto vida en Venus, “deseo que la UNESCO legisle para todos los planetas”. En fin, que tenemos de vicepresidenta una majadera que no acierta ni con las frases hechas.
Esta vicepresidenta con rintintines chulescos, sectaria de su secta y asesina de la historia, pretende prohibir la religión y largarnos otra ley para ordenar la Memoria, para decir cómo tenemos que recordar a través de la “resignificación”, del Valle de los caídos, mediante la cual, éstos comisarios políticos que están pactando los presupuestos con terroristas, piensan dispensarnos la historia en cápsulas.
Del Valle de los caídos quieren sacar otro régimen, ordenando qué se tiene que recordar y cómo, vulnerando las libertades de opinión, de creencia, de religión, de expresión, etc.. y tapando de paso la absoluta incompetencia y el atraso al que le están condenando y del que cuanto más permanezcan en el gobierno más nos costará salir.
No sabemos si hay vida inteligente en Venus a partir de los gases descubiertos pero lo que está claro es que, por las emanaciones del gobierno español y la abulia del pueblo, aqui no parece que haya mucha.
Si la Nación, que está viendo uno y otro día la ignominia de éstos gañanes, de éstos majaderos, de este zonzo de presidente, deja la inaplazable protesta nacional para cuando suba el pan o le toquen el bolsillo, que ya lo están haciendo, es que no tiene dignidad. Por eso, ahora o nunca.