“Nunca puedes planear el futuro a través del pasado” Edmund Burke escritor irlandés.
“Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado” Thomas Jefferson, tercer presidente de EEUU y uno de los padres de la nación
George Orwell, autor de la novela distópica 1984, pone este lema entre los lemas inapelables del Gran Hermano: “Quién controla el presente, controla el pasado y quien controla el pasado, controlará el futuro”
Este gobierno de tinieblas nos quiere convertir a todos en estatuas de sal porque su apego al pasado supera su confianza en el futuro. No lo permitamos.
Los últimos datos sobre la pandemia arrojan 11.193 contagiados y 239 fallecidos en el día de ayer. Las últimas previsiones del Banco de España dicen que el PIB bajará el 12,6% y el paro podría llegar al 22% el próximo año. Con este panorama nuestro gobierno se preocupa de sacar la Ley de Memoria Democrática para retrotraernos al pasado, para volver 80 años atrás, para abrir heridas que se consideraban cerradas, para distraernos de los problemas acuciantes que tiene España, para volver la cabeza hacia atrás en vez de mirar hacia adelante, para mirar al pasado en vez de mirar y preparar el futuro.
Cuenta la Biblia que la mujer de Lot quedó convertida en estatua de sal por desobedecer la orden de Dios de no mirar hacia atrás mientras huía de Sodoma. Existen varias interpretaciones sobre el castigo divino. Una nos dice que la mujer de Lot pecó, no por el hecho de mirar hacia atrás, sino porque al hacerlo expresaba su deseo de volver al pasado, un pasado que había llevado a la ciudad a la destrucción.
Desgraciadamente para España el binomio políticos mediocres, cuando no inútiles y ciudadanos estúpidos está llevando a nuestro país a cotas de incertidumbre, pobreza e inseguridad nunca conocidas desde que se instauró nuestra democracia. Cuando más necesitamos políticos de futuro, votamos políticos de pasado rancio; cuando más necesitamos hombres de Estado, votamos políticos profesionales que viven de la política sin importarles ni España ni los españoles. Y son estos políticos de pasado rancio los que gobiernan este pobre país porque los hemos votado. Y, al tiempo que ellos quieren cambiar la historia – como si la historia pudiera cambiarse – quieren que volvamos la cabeza a aquellos tiempos de rencor, resentimientos y guerracivilismo.
No miremos hacia atrás si no queremos convertirnos en estatuas de sal. Es lo que busca este gobierno de tinieblas. Miremos hacia el futuro, pero no un futuro anclado en el pasado rancio y nefasto; aquel que nos llevó al enfrentamiento entre hermanos, sino un futuro lleno de oportunidades. Y es este futuro el que quieren evitar está cáfila de ministros capitaneados por Pedro Sánchez haciéndonos volver la cabeza al pasado; ellos saben que las sociedades con un futuro de libertad, oportunidades y riqueza huyen de todo lo que arruina la libertad, huyen de gobiernos totalitarios social-comunistas. No debemos caer en la fácil tentación de mirar atrás para que nos pase lo que a la mujer de Lot. Ella, queriendo volver al pasado, quedó convertida en estatua de sal. Nosotros los ciudadanos podemos dejar a España convertida en una isla de sal aislada de los demás países. Es el futuro y no el pasado el camino natural que debemos andar, un camino incierto como todo lo que está por venir, pero el único que nos garantiza que caminamos hacia adelante. Y recordemos que la vida es una calle de dirección única, una calle que no te permite volver. Sigamos caminando con la vista puesta en un futuro y no dando pasos hacia atrás que a nada conducen salvo a la autodestrucción.