Con frecuencia se oye decir que la historia se repite, y no debe extrañarnos porque es cierto. La razón es consecuencia de que la misma la hacemos las personas, y nosotros tenemos desde siempre las mismas virtudes y los mismos defectos, que nos han acompañado desde que empezamos a caminar por este mundo.
Prueba de lo anterior es lo que está pasando en nuestro país. ¿Les parece algo novedoso? Pues no lo es. Solo tienen que remontarse unos años atrás y se encontrarán con una situación muy similar. Esperemos que el desenlace no sea el mismo.
Cada vez hay más grupos, y más virulentos, que en vez de mirar al futuro, se recrean en el pasado, quieren traerlo al presente, no para que aprendamos de él, sino para hacer un ejercicio de cinismo y presentarse como pobres víctimas de lo ocurrido, no solo olvidando sino también negando, la gran responsabilidad que tuvieron en lo acontecido.
Por otra parte tememos otros grupos, adversarios políticamente de los anteriores, cuya acción se reduce a eso, a decirse contarios, pero nada más. Son incapaces de proclamar públicamente, un día tras otro, que los anteriores mienten. De vez en cuando sí dicen algo, pero con demasiada suavidad, cuando deberían estar al pie del cañón y rebatir con toda firmeza los montajes de los primeros. La razón de este comportamiento creemos que reside en el pavor a que si dicen una palabra más alta los llamen fachas, eso los hace temblar. Los otros lo saben y astutamente se aprovechan de ese miedo, para cada vez incidir más en sus planteamientos. Creemos que si enfrente tuviesen unos adversarios con altura, actuarían de una manera muy distinta.
Ante esta situación no podemos menos que darle la razón a la célebre Brigitte Bardot, cuando hace unos días dijo “estamos gobernados por cobardes sin pelotas”. Es una mujer que dice las cosas claras, sin importarle el qué dirán.
Bastantes de nuestros políticos deberían leer más de lo que estimamos leen, y así podrían tomar nota y reflexionar sobre ciertas ideas, les vendría muy bien, podrían sacar conclusiones y llevarlas a la práctica.
Hace más de doscientos cincuenta años, el filósofo inglés Edmund Burke nos dejó
varios pensamientos, que siguen con plena vigencia.
“Bien sabido es que la ambición tanto puede volar como arrastrarse” Lo comprobamos todos los días. Nuestro presidente del no gobierno, con tal de satisfacer su ego es capaz de lo que sea, no le importa nada.
“Hay un límite más allá del cual la tolerancia deja de ser una virtud. …” Efectivamente, una cosa es respetar al adversario, que los enfrentamientos que se tengan con él sean limpios, etc. y otra muy distinta aceptar que haga lo que quiera, incluso que nos ataque con mentiras, por miedo a lo que puedan decir de nosotros si les cantamos las cuarenta.
“Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada” Muy cierto. Es lo que por desgracia está pasando en nuestro país. El frente populismo está avanzando porque está todo el día en la brecha. Machaconamente, sí, pero está. Mientras tanto casi todos sus oponentes, que tanto se lamentan de su auge, se limitan a “ver, oír y callar”. Esa es la realidad. Lo apuntamos anteriormente, así nadie les podrá llamar……. ¿entienden?
Desgraciadamente esta es la situación de nuestra España. Si termina hundiéndose, sin duda será porque unos lo han provocado para satisfacer sus intereses particulares, pero no nos engañemos que gran responsabilidad en ello tendrán los otros, por no atreverse a afrontar abiertamente la situación por miedo.
Un consejo, tomen nota de que ya es hora de dejarse de paños calientes.