"CON LA PORTADA DE HOY DE ABC CAERÍA TODO UN GOBIERNO"

Alfonso Ussía: «Cincuenta y tres mil»

Si la portada de ABC, debidamente desarrollada y documentada en su contenido, no mueve a ningún gobernante del chanchullo social-comunista a dimitir inmediatamente después de solicitar el perdón de la sociedad española, se cierran todas las puertas de la esperanza en la verdad y la libertad. Se sabía que este Gobierno de desaprensivos mentía en la cifra de fallecidos por el Covid.

Se supo desde el principio, porque este Gobierno, con su nefasto presidente a la cabeza, no tiene capacidad para no mentir. Y se sabía, porque los datos del Ministerio no coincidían con la suma de datos aportados por las Comunidades Autónomas. En el presente caso, ABC ha sido fiel a su tradición y no se ha rendido a las perversas mentiras del Poder.

Son, al menos, 53.000 los españoles fallecidos por la Pandemia, no los 24.000 que reconoce el Gobierno peor de cuantos ha padecido España hasta la fecha, incluídos los de la Segunda República.

Ocultar 19.000 fallecidos es de una gravedad pasmosa, intolerable y putrefacta. Todo viene de arriba. El ministro Illa miente porque le obligan a mentir, pero carece de la dignidad de presentar la dimisión.

Simón, miente porque le obligan a mentir, y se ha convertido en una sombra apayasada de la falsedad. Me pregunto qué futuro puede tener este pobre hombre en una sociedad más sosegada por el triunfo de la normalidad, no de la nueva normalidad, sino de la normalidad a secas, tajante y establecida.

Pablo Iglesias está al borde – ya lo estaría con un Gobierno digno-, del procesamiento, que ahora se dice imputación. Siempre que se acerca Iglesias a rendir cuentas en los Juzgados, surjen nuevas campañas contra el PP.

En este caso, no se trata de una campaña, sino de evidencias y dolorosas pruebas de corrupción.

Si resulta inadmisible que 40 guardias civiles custodien la casita normal de clase media de Iglesias y Montero, según Ansón, no lo es menos que el ministerio del Interior en tiempos de Rajoy destinara a más de setenta agentes a vigilar y espíar a Bárcenas, y entregara de sus fondos reservados casi 60.000 euros para sobornar al chófer del confuso tesorero del Partido Popular.

España necesita con urgencia una ducha, un lavado de arriba abajo, porque todo huele mal. Ahora, se entiende quizá mejor, la actitud cobarde de Rajoy de permitir la moción de censura y entregar la gobernabilidad de España a Sánchez sin resistir. Podría haber convocado elecciones, pero se escondió en un bar. Es posible que hubiera pactado con Sánchez las informaciones del caso Bárcenas, y que confiara en la palabra del mentiroso.

Pero esa deserción, esa cobardía, dejó en las calles la desilusión y el sentimiento de abandono de diez millones de votantes del Partido Popular, que son los que importan, no sus dirigentes.

Igual que hoy, los que importan son los 19.000 fallecidos que el Gobierno de España ha escondido para simular una gestión decente que disfrace su indecencia total.

Con la portada de ABC de hoy, en un Estado normal, cae todo el Gobierno. Pero estamos en España, esa nación prodigiosa que a pesar de todo, sabrá salir adelante a pesar de la corrupción de los poderosos, la perversidad de sus gobernantes, la estupidez violenta de sus separatismos y el desprecio de los políticos por los españoles. Hoy, 19.000 españoles menos.

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Autor

Alfonso Ussía

Columnista de opinión en las más prestigiosas cabeceras nacionales, ha obtenido, entre otros, los premios González Ruano y Mariano de Cavia de periodismo, el Jaime de Foxá de literatura cinegética, el Baltasar Ibán de periodismo taurino, el Fíes y la Pluma de Oro del Club de la Escritura.

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