Brasil, México, Chile, Perú y Colombia son los países en los cuales existe mayor presencia de la banca española en el continente americano, especialmente el BBVA y el Santander. Aproximadamente 28,6% de la exposición internacional del sistema financiero de España se concentra en América Latina.
Ante este panorama, y en razón de la incertidumbre generada en Latinoamérica como consecuencia del paso de la pandemia por ese territorio, el Banco de España, en su “Informe de Economía Latinoamericana”, alertó tanto al BBVA como al Santander que los países en los cuales se concentra el mayor porcentaje de inversión han sufrido una muy fuerte contracción económica y sus perspectivas de crecimiento son nada alentadoras; por lo menos, en lo que se refiere al desenvolvimiento previsto para este año y poco favorables para 2021.
El documento también señala que, afortunadamente, las medidas que han puesto en marcha los gobiernos para disminuir los efectos del coronavirus en la economía han apoyado la vuelta, aunque algo lenta, de la actividad productiva y con ello el empleo, situación que, sin duda alguna, traerá beneficios para el sector bancario.
Entre las iniciativas gubernamentales, que han sido apoyadas por la banca, destacan las dirigidas al otorgamiento de créditos para atender al sector de la pequeña y mediana empresa, microcréditos en condiciones altamente preferenciales, programas de sostenimiento de créditos, reducción de tasas de interés, moratorias en lagos de acreedores y las garantías y avales del Estado.
La institución manifiesta sus dudas acerca de la evolución de la pandemia y alerta que el PIB latinoamericano podría derrumbarse hasta 8%. Asimismo, señala que el principal inconveniente para los bancos españoles es la baja rentabilidad, la cual se ha evidenciado en el sistema financiero de Chile, Colombia y Perú, donde ha caído a niveles históricos. Bajos tipos de interés, menores comisiones y el incremento en las dotaciones de provisiones han sido las principales causas de estos menores ingresos en los primeros seis meses de 2020.
La banca española volteó su vista hacia Latinoamérica a partir de 2008, después de que estallase la burbuja inmobiliaria, lo que afectó en muy alto grado el desempeño del sistema financiero en España. Su aterrizaje en la región significó un importante paso en su internacionalización.
No obstante las dificultades económicas, los bancos europeos, especialmente los españoles, no han pensado en abandonar América Latiba. Sin embargo, deben mantener cautela y estar observando, de manera constante, el comportamiento del mercado y sus indicadores, en aras de salvaguardar las importantes inversiones que tienen en la región.
