Manuel del Rosal: «El despotismo de Sánchez gobierna España»

Manuel del Rosal: "El despotismo de Sánchez gobierna España"

Despotismo: Gobierno absoluto, no limitado por las leyes

“No existe tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes y con apariencias de justicia” “El despotismo se vale del miedo, la virtud no le hace falta y el honor le sería peligroso” Montesquieu

España vive momentos en los que se necesita un gobierno que gobierne pensando en el bien general, pero el gobierno de Sánchez ni siquiera gobierna, hace consejos de ministros para maquinar como permanecer en el poder el mayor tiempo posible; en cuanto a pensar en el bien general, eso es una quimera.

La imposición del estado de alarma en Madrid es una muestra más de la dictadura que Sánchez nos ha impuesto. España vive la peor dictadura que se conoce: la dictadura de partido; ni siquiera la dictadura del dictador es más perniciosa que la de partido; esta usa perversamente las leyes para imponer su criterio. Eso es lo que ha hecho Sánchez con Madrid independientemente de que las cifras den la razón a unos o a otros. España tiene en estos momentos el peor gobierno, aquel que, apoyándose en las leyes, ejerce la tiranía. España está gobernada por un despotismo de nuevo cuño, pero cuyas líneas principales cumplen las tres condiciones básicas en las que se apoyan los regímenes social-comunistas: bajar el nivel de vida, aumentar las desigualdades y disminuir las libertades. Es lo que estamos sufriendo desde que Sánchez alcanzó el poder y que se ha visto corregido y aumentado con la colonización del coronavirus, excusa perfecta para justificar el ejercicio de su despótico poder, pero no la asunción de responsabilidades. Lo hemos visto en varias ocasiones y ha culminado con lo de la comunidad de Madrid y el intento de recolectar mediante impuestos y a través de los ayuntamientos los ahorros de los ciudadanos, porque es condición básica de estos regímenes despóticos, tener la llave de la caja y la potestad de colocar los recursos financieros que, como dijo Revel: “Son el arma absoluta”.

Uno de los pilares en los que se asienta una dictadura es la educación y la cultura. El control de la educación y la cultura mediante los contenidos educativos y las inversiones condicionadas por la ideología es imprescindible en el mantenimiento de un régimen totalitario y despótico. Mientras más lerdos sean los ciudadanos, más fáciles de manejar. Y en esto también el gobierno social-comunista de Sánchez ha dado muestras de despotismo y autocracia a través de las distintas normas que la ministra Celaá ha venido exponiendo y del intento de eliminar las ayudas a la concertada y acribillarla a impuestos, y que han culminado con la salida de pata de banco de la ministra: “este curso los alumnos serán aprobados cualquiera que sea la nota que saquen”.

Ustedes dirán que este gobierno ha sido elegido democráticamente en las urnas, lo cual es cierto, pero un gobierno puede ser democrático en su origen, pero despótico y tirano en su comportamiento. Y el gobierno de Sánchez viene arrastrando un comportamiento nada democrático, retorciendo las leyes para adaptarlas a sus planes, emitiendo decretos a mansalva y, cuando la ley no le da la razón como es el caso del TSJM cuando tumbó las restricciones a Madrid, saltarse la ley e imponer despóticamente su criterio.

España tiene un gobierno que no gobierna, solo maquina y articula los mecanismos necesarios para mantenerse en el poder el mayor tiempo posible sin importarle, dada su condición tiránica y déspota, retorcer las leyes para, mediante el poder político, alcanzar el poder económico

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