¿De verdad quiere España que le mienta reiteradamente un cínico patológico mientras un grupo de pelotas agradecidos toca palmas?
Empecemos por el final. Atribuyendo mentiras a los enemigos, “vomitando falsedades,” y llamado al orden por Europa, se presenta Sánchez como magnánimo, para que PSOE y PP sigan protegiéndose escogiendo a los jueces. Demagogo repugnante, carente de escrúpulos, vive en la pura estrategia para sostenerse en el poder en lugar de consagrado al servicio a sus conciudadanos.
España es conducida por un cínico que miente pactando con quien aseguró no iba a pactar y realiza actos sin ocultar ni sentir vergüenza, o sea alguien que hace sentir desconfianza. O sea un hipócrita más cínico que Pirrón, que no tenía opinión sobre nada y desprecia la convenciones sociales, pero se somete por afán de medro. “El farsante más grande del mundo”, escribió John M. Synge, que en cuestión de principios, sin tenerlos, los cambia al dia siguiente por otros. Una vergüenza nacional.
En medio de esta crisis mundial, España tiene al mando a un incompetente, enfermo de sí, un ser carente del más elemental bagaje y honestidad que ha de tenerse para gobernar, haciéndolo como lo está haciendo en contra de una gran mayoria de la Nación. Da igual cuanta. Una gran gran parte de la Nación, en cualquier caso. Con olvido del interes general de una Nación que le desdeña y le desprecia.
Sin embargo, lo más reseñable de la moción ha sido la actitud y el tono impresentable de Casado y el Pp. Una gran parte de españoles consideran de interés general la creación de una coalición que saque del Gobierno a una secta de autoproclamados antiespañoles, ya sean comunistas, separatistas o sanchistas.
Por eso parece un error estratégico y covachuelista de Casado, junto a un ataque personal absolutamente impresentable, plagiar a Sánchez. O sea, preocuparse del reducido aparato de su partido y dejar a la Nación a merced de los facinerosos. Esa es la patria estratégica de De Gea y Casado. El Pp a buen seguro pagará por ello. Quizás sea el principio de su particular apocalipsis y haya echado brillantemente Casado la llave al sepulcro del PP.
“A los tibios, -aquellos que solo piensan en su partido y no en lo que necesita hoy España-, dice la Biblia, los vomitaré de mi boca”. Quienes no muestran ni frio ni calor con quien nos gobierna en esta negra coyuntura histórica, neutros o indiferentes, en realidad lo son con el estado de España.
Nosotros no queremos esta España sin argumentos que confunde la patria, la tierra de los padres y de los hijos, con la humanidad y su pensamiento débil, populista y gaseoso.
Sanchez, que ha buscado los votos de todos los enemigos, los que tienen proclamado que quieren destruir la Nación, fueron brillantemente ignorados y contestados por Abascal, tanto Bildu como el insufrible jesuítico y farisaico extorsionador máximo Aitor Esteban.
En una escueta pero larguísima relación Abascal, con un golpe de efecto de casi mil víctimas de ETA ha llevado a cabo el homenaje debido que pasará a las Actas del Parlamento donde vergonzosamente ni siquiera estaban y a los anales del parlamentarismo español, como los 300 crímenes sin esclarecer, sueltos sus asesinos y chivatos.
Nunca fue con Aristóteles tan esencial distinguir lo verdadero de lo falso. Y Sanchez, como Rufián, Aitor Esteban y ahora el tibio Casado por citar sólo unos de tantos cómplices son, incontestablemente, falsos.
