"impedir que 'la derechona' gobierne en España"

Los proetarras de Bildu se ríen del PSOE: tras el pacto con Sánchez, el chantaje de Otegi

Arnaldo Otegi ratifica su apoyo a Pedro Sánchez para "abrir una ventana de oportunidad a la democratización de España"

Los proetarras de Bildu se ríen del PSOE: tras el pacto con Sánchez, el chantaje de Otegi
Arnaldo Otegi (BILDU) y Pedro Sánchez (PSOE). PD

La frase es de Enrique Lópèz: «Otegi dice que lleva toda la vida hablando con el PSOE. Los PGE de Sánchez no sólo están manchados de déficit. Ahora además están manchados de vergüenza y de sangre”.

No podía ser más directo ni más claro el consejero de Justicia, Interior y Víctimas del Gobierno madrileño, responsable de Justicia del PP nacional y exmagistrado del TC.

Le faltó añadir, quizá, que el miserable Otegi ha evolucionado. Ha pasado de ser el “hombre de paz” para José Luis Rodríguez Zapatero a negociar como socio preferente con el vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez.

El mismo día que se conocía que los asesinos de Alberto Jiménez Becerril y su esposa eran acercados al País Vasco, Pablo Iglesias y Arnaldo Otegi se felicitaban de que Bildu iba a bendecir los Presupuestos.

Si alguien pensó que el acuerdo de los proetarras de Bildu con Sánchez se limitaría a los Presupuestos Generales del Estado se equivoca.

Los herederos políticos de ETA tienen claro que el pacto con el Gobierno PSOE-Podemos debe funcionar como catapulta para incrementar su influencia en el País Vasco, porque lo que les interesa es ganarle el pulso al PNV.

Y por ello, ya le han comunicado a Pablo Iglesias que informe a Pedro Sánchez que uno de los siguientes pasos será exigir la negociación de los futuros gobiernos municipales y autonómicos en el País Vasco con el PSOE-PSE.

Es sencillo de entender: Bildu quiere sustituir al PNV como socio preferente del Gobierno, algo que cuenta con el beneplácito de Podemos, porque tanto la formación morada como los proetarras creen que ha llegado el momento de dar paso a nuevos tiempos de  «gobiernos progresistas».

La solución de Bildu y Pablo Iglesias es también compartida por la líder del PSOE-PSE en el País Vasco, Idoia Mendia, que no ve con malos ojos ir a una gobernabilidad con Bildu y sin PNV, en caso de que los resultados de futuras elecciones en el País Vasco lo permitan.

A nadie se le oculta que para Pablo Iglesias las negociaciones con el PNV son un problema, porque sus discrepancias en materia económica son enormes.

Cierto es que Iglesias tiene que tragar, porque los votos del PNV son absolutamente necesarios, pero eso no quita -más bien fuerza- para que Podemos busque un aliado permanente en los proetarras, que también quieren acabar con la rentabilidad política que el PNV obtiene cada vez que con sus votos se erige en instrumento clave para la gobernabilidad de España.

Esa hegemonía de los nacionalistas vascos es algo que incomoda a los de Arnaldo Otegi, de modo que están dispuestos a jugar ese papel de sustento del socialcomunismo.

Su objetivo es arrebatar al PNV el cartel de «negociador» ante el Gobierno central y retirarle el activo más vendido por el PNV ante sus votantes, el de que es el partido que capta inversiones, fondos y demás prebendas nacionales para el País Vasco.

Conclusión: a Pedro Sánchez, Podemos y Bildu, con el apoyo de los golpistas de ERC, le están montando un frente populista-proetarra-separatista bajo el mantra de que España necesita explorar una vía puramente progresista.

Si Sánchez se ve forzado a explicar que ETA es el pasado, que Bildu es un partido legítimo aunque no haya condenado el terrorismo, y que las únicas siglas que interesan al PSOE son las de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), es porque algo se ha empezado a torcer en sus sondeos internos. Primero, porque sabe a ciencia cierta que ETA no es el pasado, y que Otegui es un condenado por terrorismo muy tóxico para el votante socialista.

Y segundo, porque fue él mismo, y nadie más, quien impuso una línea roja a la resistencia moral del PSOE negándose en firme a negociar jamás con los herederos de Batasuna. Eso fue hace menos de dos años, pero ahora la realidad le ha delatado.

Sánchez ha frenado el debate interno en el PSOE «oficial» y ha sabido reconducir a los «barones» críticos por el error de ceder ante Bildu.

Pero Otegui no compareció ayer ante la opinión pública para convencernos de que es un converso a la democracia que va a plantear una consulta interna en el mundo proeterra para que avale su «sí» a los Presupuestos de Sánchez.

Bildu, como Sortu, no son partidos políticos y nunca han preguntado nada a sus bases. Son cuevas de una militancia pos-ETA que sigue creyendo en ETA y en cualquier vía para lograr la independencia del País Vasco.

Si Otegui habló, fue sencillamente para ningunear a Sánchez y reafirmar que acepta la invitación de Pablo Iglesias para asumir su parte alícuota de «dirección del Estado».

Y como Sánchez no tiene escrúpulos con tal de mantenerse en el poder, no es en absoluto descartable que el verdadero poder político en España lo ejerzan, precisamente, los enemigos de España.

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