Toneladas de dinero público dilapidadas en chorradas

Ministerio de Igualdad: proponen en redes sociales precintar el chiringuito de Irene Montero con un lacito rosa

El Ministerio de Montero difunde un estudio en el que sostiene, sin rubor, que los hombres dan alcohol y drogas a las mujeres "para aprovecharse de ellas"

Ministerio de Igualdad: proponen en redes sociales precintar el chiringuito de Irene Montero con un lacito rosa
Irene Montero y sus chorradas. PD

La idea ha empezado a correr como la pólvora en redes sociales: hay que cerrar el costoso chiringuito de Irene Montero y hacerlo con un lacito rosa, para más recochineo.

Los surrealistas estudios del Ministerio de Igualdad de Irene Montero no cesan y la pregunta, que este 22 de diciembre de 2020 pone sobre el tapete Raquel Tejero en OKdiario es inevitable: «¿cuándo se van a poner a trabajar?».

La respuesta también es obvia: nunca. Entre otras razones porque nunca lo han hecho, ni saben hacerlo.

No hay semana en la que desde el Departamento podemita se fabrique un informe, a cual más chorra, en el que se pasa de los ataques al color rosa a la permanente estigmatización del hombre, al que se dibuja como un ser depravado y sin escrúpulos. Un estudio titulado «Noches seguras para todas» concluye  que las mujeres «viven de manera frecuente la invitación a alcohol y drogas por parte de los hombres, señalando que lo hacen con la intención de debilitarlas, vulnerarlas, manipularlas y aprovecharse de ellas».

La última parida, realizada por la federación Mujeres Jóvenes, ha costado 48.000 euros y es de aurora boreal.

En el estudio y el manual se dibuja al hombre como un ser que usa las circunstancias para aprovecharse de la mujer.

Tanto es así que sostiene que «los hombres jóvenes se apropian del tiempo de ocio nocturno de las mujeres jóvenes reclamándoles sexualmente de manera insistente».

Y hay más: afirma que los varones ejercen un «constante ejercicio de violencia sexual» sobre las mujeres cuando salen de fiesta. Esto tiene que ver, añaden, con la existencia de los roles de género, donde los hombres, en su papel de sujetos activos sexualmente, se dedican a reclamar incesantemente a las mujeres, a quienes les exigen que estén disponibles sexualmente cuando son requeridas por ellos.

Es tan burdo el informe, tan superficial, tan lleno de clichés ideológicos que los 48.000 euros representan un despilfarro intolerable en un momento en que millones de españoles están con el agua al cuello.

Ni un duro para los hosteleros, pero toda una lluvia de millones para los amigos de Irene Montero, que persiste en su idea de criminalizar al varón.

«Todas las mujeres participantes en la investigación viven de manera frecuente la invitación a alcohol y drogas por parte de los hombres», asegura el estudio. Habrá que ver el perfil de las participantes en el informe y cuál ha sido sido su experiencia, porque, desde luego, eso de que detrás de cada invitación de un hombre a una mujer hay  la intención de «un intercambio sexual, una actitud mercantilista y cosificante que las denigra» es para nota.

Llegados a este punto, lo sensato, dado que el Ministerio de Igualdad es una fábrica de despilfarrar, sería clausurarlo. Precintarlo. Eso sí, con un lacito rosa.

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