OPINIÓN

Francisco Iglesias Carreño: «Pro No Violencia y la Paz»

Francisco Iglesias Carreño: "Pro No Violencia y la Paz"

Indica UNICEF que: “““Una educación inspirada en una cultura de no violencia y paz permite a nuestro alumnado adquirir conocimientos, actitudes y competencias que refuercen su desarrollo como ciudadanos globales críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas.”””.

Tal y tan precisa postulación universal, la podemos traer al presente, y a nuestro derredor próximo, donde están ubicados nuestros hábitats convivenciales, para que lo integralmente global, que se insta prescriptivamente como óptimo y adecuado, también penetre y se adecue aquí, en nuestras cercanías, y sobremanera encaje y se articule, dentro de la normalidad cotidiana, con todo aquello que nos ha ido conformando, cual poso de sedimentación, generación tras generación, he instruido procedimentalmente, en estos nuestros espacios ambientales por donde han transcurrido el devenir interactivo de nuestra gente y de nuestra tierra.

Tenemos que “la Paz”, conocido es y estriba, en la definición en sentido positivo, del concepto iniciático, cuasi axiomático constructor, que se presupone como un estado y/o umbralidad a nivel grupal/social o singular/personal, en el cual, el todo/conjunto/globalidad considerado se encuentran y/o permanece en posición de equilibrio y de referente estabilidad en cada una de las partes que componen una unidad.

El aquí próximo a la no violencia, nos conlleva y direcciona a las prácticas, tanto aquellas que estimamos más cercanas como aquellas otras que nos fueran imbuidas, que nos habla tanto de una acción intelectiva y/o metodológica como de una práctica interactiva e instrumental de procesos morales y comportamiento éticos, asidos a procesos mentales/ intelectuales/abstractos, que transcurren y se pronuncian en la realidad circundante, basados en el pleno rechazo al uso de la violencia y la agresión, en cualquiera de sus tantas formas y/o posicionamientos.

Obviamente, así parece, introduce una variante de alta cualificación, ya que, en sí mismo, se trata de promover, como otra opción asequible de viabilidad, una expresión opcional posible que tenga el marchamo de introductoria alternativa, donde “el factor humano” (que puede ser indicativo tanto desde la singularidad como desde continente grupal), enseñoree todas y cada una de las incidencias, en suma que aquello de ser humanos, que se auspiciaba como pretensión alcanzable (¿cómo pretender «humanizar» a la sociedad?), se reconvierta en el “leitmotiv”, como guía argumental, y a la vez meta de todas las sociedades (¡ y en sus diferentes concreciones), por encima de cualesquiera intereses y ataduras, apoyando/apostando/promoviendo y recuperando/valorando/positivando el núcleo central de los individuos y sus grupos, consistente en la ambientación/proyección/explayación de la vida humana, del extraordinario y mayestático hecho/poder/influjo de la vida humana y , por ende, de su apriorística prevalencia e ignorar/disentir/desmontar los conflictos, incluso con acciones preventivas, disuasorias y, en todo caso, reconvinientes que imposibiliten los hechos de la violencia.

Nuestra acción proconstitucionalista nos lleva por los senderos que albergan la paz y transitan, ¡de siempre!, en la no violencia, como logros ciudadanos que potencian y fortalecen a cada ser humano y a sus grupales concreciones poblacionales, dentro del Estado Español, como Estado Democrático de Derecho, y en plena y completa asunción de la España Nación, y lo hacen más allá de la terminología del explicito articulado constitucional y, por ende, desde: “la base de la dignidad de la persona humana” (Art. 10 CE´1978), que al ser actuante los es: (1º) de todos y cada uno de los ciudadanos españoles, (2º) de todos y cada uno de los quince pueblos regionales de España y (3º) en todas y cada una de sus respectivas quince constitucionales regiones españolas, y al amparo del propio texto constitucional que, ¡y ya en su Preámbulo, estipula!: “““ La Nación Española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien común de cuantos la integran…”””

La Paz siempre ha parecido un bien común, como la no violencia, pero tales hechos, además de ser conceptuales, están ligados a cada ciudadano español (y en consecuencia a cada ciudadano regional y en toda la España Nación), en lo que son y constituyen sus valores constitucionales, junto a todos sus derechos constitucionales y a sus correspondientes deberes constitucionales
Desde esta tal perspectiva objetivada, la paz y la no violencia anidan en cada ciudadano regional (desde la concreta data de la fecha del 6-12-1978), a través de su propia dignificación como ser humano y en la estimación de sus universales derechos (que estaban ya explícitos, y no tácitos desde la data de fecha del 10-12-1948). Cierto es que venimos de un pasado, optimistamente interpretado, que nos situaba (con CE´1812), y además como obligación, en el mandato de:”el ser justos y benéficos”.

La intencionalidad de la XXVII Asamblea General del PREPAL, de situar la Paz y la No violencia, como preceptivos y apriorísticos instrumentos de interrelación interna y externa de la triprovincial Región Reino Leonés, e interactiva y fraternalmente en toda la Corona Leonesa {Extremadura, Reino Leonés, Galicia, Asturias} no es ni tampoco constituye, en modo alguno, una situación de postureo acomodaticio y/o galerístico brindis al sol, y si es por el contrario, y en sí misma, una transversalidad accionante en aras de visibilibilizar, aún más si ello cabe, los versátiles aspectos que presenta nuestro texto constitucional y de la guía (cómo, cuándo y dónde) debe ser actuante, si recovecos ni tancredismos (Art. 9 CE´1978), para que tal instrumentación sea operativa y no únicamente, ¡y escuetamente!, ordenativa.

La Paz y la no violencia, no pueden quedar convertidas en una ocasional visita turística que, a veces inopinadamente, llega al “todo SaZale´41”, se pasea por sus llamativos ambientes rurales y urbanos, y al cabo del tiempo, de unos efímeros días de pernocta incluida, se despide hasta otra ocasión, que le resulte igualmente de placentera, para volvernos a ver y saborear sus afamados guisos y suculentos platos, abstraerse con sus imágenes icónicas o sosegarse antes las llanuras de las mieses doradas, los quiebros del arribanzo, o los dibujos del agua en la salida de las azudas.

La Paz y la no violencia, nosotros: los ciudadanos regionales leoneses, debemos enlazarla con aquellos Decretas de 1188, del zamorano Alfonso IX, con el Derecho de Gentes de la Escuela de Salamanca, con la unicidad de las Leyes de Toro, …, y desde ahí , seguir progresando, tanto por vía interna como externa, en un proyecto moral, en la más alta y más completa dignificación de la vida humana, tanto en la Región Reino Leonés como en toda la Corona Leonesa, y en las otras once restantes regiones españolas, haciendo de ello una expresividad, una , más de la España Nación, pero también procurando que tal proceder forme parte integra del proyecto, aún inconcluso (que se ha evidenciado durante la actual pandemia), de construcción de la Unión Europea.

Estamos en el Día de la Paz y de la No violencia, y la XXVII Asamblea General del PREPAL, ha querido que sea algo más que recordar la egregia figura de Mahatma Gandhi, su ejemplar vida y sus escogidas palabras, que dan un camino de interaccionante humanidad.

“““Toma una sonrisa y regálasela a quien nunca ha tenido. Toma un rayo de sol y hazlo volar hasta allí donde reina la noche. Descubre una fuente y haz que se bañe en ella quien vive en el fango. Toma una lágrima y ponla en el ánimo de quien nunca ha llorado. Toma el valor y ponlo en el ánimo de quien nunca sabe luchar. Descubre la vida y cuéntasela a quien no sabe captarla. Toma la esperanza y vive en su luz. Toma la bondad y dásela a quien no sabe dar. Descubre el amor y dáselo a conocer al mundo.”””

Estamos con la UNICF, de la que nos sentimos miembros, y lo estamos con una educación inspirada, también aquí en el arrinconado oeste hispano, en el “todo SaZaLe´41”, en una cultura próxima y cercana de no violencia y paz, que permita activar plural y versátilmente (tanto de forma oficial como privada), con el constructor de un espacio moral { ya en tiempos se indicó: “La enseñanza …y se inspirará en ideales de solidaridad humana” (Art. 48 CE´1931)}, a nuestro alumnado, en las tres provincias leonesas, como en las de Extremadura, Galicia y Asturias, y en el resto, las estrategias, habilidades e instrumentaciones que les permitan:(1º) adquirir conocimientos, (2º) acrecentar actitudes y (3º) conformar competencias que refuercen y potencien su proyectivo desarrollo como ciudadanos globales (y también, por ende, como ciudadanos regionales leoneses, extremeños, gallegos y asturianos, y demás , españoles de siempre y europeos), que sean permanentemente críticos y  tenazmente comprometidos con sus derechos ( en la herencia de sus mayores, sean de Salamanca, Zamora y León; de Cáceres y Badajoz; de Ourense, Pontevedra, Lugo y A Coruña; o de Oviedo; y también, claro y diáfano está de las demás gentes hispánicas) y… los de las otras demás personas de donde quiera que fueren.

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