OPINIÓN

Victor Entrialgo De Castro: «Desesperado»

Victor Entrialgo De Castro: "Desesperado"

Está desesperado. No hay más que verlo.

Ver lo que está delante de nuestros ojos requiere a veces un esfuerzo mayor del que pensamos. Pero hay cosas que aparecen frente a nosotros con una apariencia incontestable. Las maniobras de Pablo Iglesias revelan que la situación de Podemos es peor de lo que imaginábamos.

De ahí este viaje de ida del gobierno, con vuelta, de éste personaje que lleva años enervando y causando graves daños a la Nación y ahora ha decidido “morir matando”.

Para eso intenta criminalizar a Isabel Diaz-Ayuso, la candidata del PP y de paso a VOX, único partido que ha opuesto “resistencia firme” al gobierno social-comunista y sin el cual Ayuso no podrá tomar primero Madrid y luego, tras una elecciones anticipadas, el Gobierno de la Nación.

El Psoe tendrá que espiar su culpa por haber permitido a un psicópata organizar todo éste sindios con una cobardía general de la que sólo un puñado de históricos le han echado lo que exigían las circunstancias.

Por eso España está en manos de “dos psicópatas”:

Al uno lo ha definido brillantemente magistralmente Rosa Díez con “la tríada oscura”: Narcisismo, falta de empatía y cinismo resultante del instinto beneficiador exclusivamente, de sus propios intereses. Un cinismo que ofende a ahora a la inteligencia de la Nación hablando de “narcisismo” en Madrid. Todo lo que no sea el destierro de Pin y Pon será un fracaso de éste país.

Al otro, caído de un ovni, lo estamos viendo en Madrid echando espumarajos por la boca hasta el día 4 de mayo en su “penúltima campaña”, envileciendo a la nación y habiéndose ganado pensión y lugar de honor, por culpa de Sánchez, entre los personajes que han hecho más daño a la patria.

Patria que, harta de populismo infantil y barato, de la insolencia de “Ninis que en realidad son Sisis”, de la soberbia de ignorantes poseídos y del coñazo de separatistas y terroristas, no precisa para explicarse de mística alguna.

La patria es la tierra de los padres y la de los hijos, ya “se sientan o no se sientan” españoles, -eso sí es pura mística,- decía Gustavo Bueno, y hayan formado parte de bandas terroristas o no.

“Unidas Podemos”, mejor “Agrupadas obedecemos”, o sea, “la banda de los cuatro”, el matrimonio ministro, la amigüita ministra “de la Neurona” investigada por la financiación ilegal, la niñera de nivel 30 y pocos más, a éste paso los consejos de Ministros serán fiestas de cumpleaños, cuando ya son irrelevantes en Galicia, País Vasco, Andalucía, Extremadura, Cataluña, Castilla-León y así. Ni siquiera son Más Madrid, sino Menos, donde pronto quedará únicamente la huella de sus bravatas y su simplicidad.

Cuando los partidos terminen sus mociones manipuladoras que inició Sánchez para llegar el poder, los votos dirán, de acuerdo con nuestro deficiente sistema electoral, lo que tenga que decir, pero lo que quiere España, a mi juicio, está muy claro:

Una derecha sin complejos que, recogiendo lo mejor de nuestro liberalismo político, sea capaz de expulsar del poder al “comunismo separatista”. Y una socialdemocracia capaz de barrer la estupidez del sanchismo.

Durante un año de pandemia nadie ha visto al Gobierno en las residencias de ancianos ni en las colas del hambre. Ni al cobarde que nos ha dejado solos ante la pandemia ni a su vicepresidente que, siendo el responsable, pasa su tiempo jugando a la play-station sin terminar de tratarse su adicción a las series de televisión, como le sugiere el del chupete. España tiene de presidente a un cobarde y de vicepresidente a un vago redomado que trata de llamar permanentemente la atención.

Tampoco se ha visto a las “pijacomunistas de salón”, “verduleras del siglo XXI”. Y aunque pudiera pensarse lo contrario, las menos “femeninas” han resultado ser, no las más sino las menos “feministas” de todas. Unas porque en realidad sólo pretendían viajar de Vallecas a Galapagar, y las otras porque aún no se han quitado del rictus el arrobo idiota o el miedo permanente ante un matón de barrio que ha entrado en pánico. Nunca se han visto mujeres más “sometidas” a su dueño, que las uríes del paraíso podemita.

Ahora viene Madrid, aunque las elecciones generales anticipadas cada vez están más cerca. Dice proyectando Sr. Iglesias, que Ayuso es un peligro. Se ve que está usted “desesperado” porque sabe “la que se avecina”.

Haga usted yoga para canalizar tanta desesperación, tanta violencia reprimida y deje de hacer el ridículo. España le va a desconectar de la política en los próximos meses. Y cuando llegue ese momento que ansían millones de españoles, al salír, cierre la puerta.

 

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