Nada indica que vaya a ser así, porque las encuestas refuerzan de forma consistente la tesis de que la popular Isabel Díaz Ayuso arrasará en las elecciones autonómicas madrileñas y con el respaldo de VOX renovará en la Presidencia, pero imaginen que ocurre una catástrofe y el 4-M emergen vencedores de las urnas, por un pelo, el PSOE de Sánchez-Gabilondo, el Más Madrid de la ‘pistolera’ Mónica García y el Podemos de Pablo Iglesias.
Pues que Dios nos coja confesados. A todos, pero sobre a esa mayoritaria parte de la ciudadanía madrileña que madruga, trabaja y paga impuestos.
Y no sólo porque tendríamos mandando en Madrid a gente como la ‘pistolera’ garcía, quien en ese afán patológico por engordar el curriculum que tienen algunos políticos, se inventó un doctorado en Gestión Clínica.
O a un tipo como Iñigo Errejón, que se echó al bolsillo una beca opulenta por hacer un trabajo sobre vivienda para una universidad andaluza que nunca pisó y sin pegar chapa.
O porque el tramposo Pedro Sánchez saldría reforzado, de cara a próximas elecciones generales.
Si por una de esas cosas de la vida Pablo Iglesias, el candidato del moño, el del chalet en Galapagar, el de la ‘Manada de la Complutense’ que metía mano a las alumnas y el de la pensión de casi 6.000 euros al mes por no hacer nada, llegara a gobernar la Comunidad de Madrid, lo que espera a los madrileños está claro: decenas de chiringuitos, foros y demás mamandurrias subvencionados con dinero público para poder colocar a sus afines.
La candidatura de Podemos a la Comunidad de Madrid propone en su programa electoral la creación de 51 observatorios, agencias, comisiones y otros órganos, con la correspondiente dotación de presupuesto y personal.
En el documento de 162 páginas, el equipo de Iglesias ha apostado por fundar decenas y decenas de foros para tratar de resolver algunos de problemas reales de la región y otros asuntos que ven clave los morados.
El listado de nuevas entidades públicas ‘podemitas’ es interminable y incluye algunas tan surrealistas como el Observatorio Ciudadano de la Comunicación sobre noticias falsas, tóxicas y peligrosas socialmente; el Observatorio del Derecho a una Muerte Digna; el Observatorio de Género sobre los roles de las mujeres en los contenidos de Telemadrid; la Dirección General de Consumo Ágil y Eficiente; la Dirección General de Diversidad que dependa de la Consejería de Feminismos; la Dirección General de Protección Animal; la Agencia autonómica para las víctimas del franquismo; la Comisión Autonómica de la Memoria Histórica y la Reconciliación con el Pueblo Romaní (el colectivo gitano); la Mesa del Árbol con las entidades ecologistas, profesionales y vecinales o las Escuelas de Ciudadanía Intercultural.
Estos son sólo una pequeña parte.
Los que restan son similares, de modo -como detalla Ferrán González en OK diario este 21 de abril de 2021- que ya pueden ir haciéndose una idea de lo que sería la Comunidad de Madrid si Iglesias tuviera oportunidad de cumplir su palabra: ‘Mamandurrilandia’, una comunidad donde todos los afines a la formación morada tendrían un cargo público a costa del dinero de los madrileños.
Ahora se entiende que Iglesias quiera subir los impuestos en Madrid. Tiene que pagar a una legión de amiguetes y la única fórmula es meterle un sartenazo fiscal a los contribuyentes.
Dios nos coja confesados si por esas cosas de la vida la izquierda desbanca del poder a Díaz Ayuso. Votar el 4M, visto lo que se nos puede venir encima, es un acto de supervivencia.
