Un sistema nato de simpatías y repulsiones. Eso es nuestra personalidad. Más o menos parecido o diferente al del prójimo ahí está el nuestro, presto a dispararse como una batería frente a los acontecimientos y las personalidades ajenas.
Y el más común y el más nato de todo ese sistema de repulsiones es el que ha echado a Pablo Iglesias de la política, por más que viendo venir las duras se aprestara a quitarse de enmedio, como huyen las ratas del barco, dando un giro más de partisano para intentar seguir llamando la atención y despistar.
Viendo venir a la justicia, ahora que sale a otra guarida desde la que seguir conjurándose, habrá que mirar sus números. Sus comisiones. Cómo llegó y cómo sale. Por qué sale. Y si la tele de Roures a cuya casa acudió con los separatistas presos tiene o no que ver con esa Caja de ingenieros de Cataluña que le dió la hipoteca. Para ver el grado de farsante que este partisano puede llegar a ser.
Solo por eso Ayuso que se pronuncia como suena, unusual, insólita, inusual, chapuzada en pueblo, lo que le falta a Génova, merece ser recordada como una Daoiz y Velarde camino de Agustina de Aragón, que se enfrentó a los mamelucos y los mequetrefes.
Una mujer cuyo discurso tras el triunfo merece ser recordado como ella que se acordó de los muertos por el covid, de los enfermos, de los familiares, de los que están solos. Incluso de los perdedores, que son igual de madrileños.
Con eso ganó a los desafíos, a los revientamítines, a los tramposos de las cartas y a los farsantes.
En su carta a los corintios y a los getafenses, incluso a los únicos tres pueblos pequeños donde ganó el PSOE, Ayuso ha dicho a los perdedores que gobernará para todos, como cualquiera que pretenda ser un gobernante castizo en el rompeolas de todas las Españas. Lo dicen todos. La diferencia es que en Ayuso resulta creíble.
Es el principio del fin de Sanchez. E Iglesias va refugiarse a una tele desde la que seguir conspirando contra la Nació cuya repulsa general, por encima de los algoritmos electorales,
se extiende a los dos.
